No lo
voy a negar, todo es un estado de ánimo hasta para escribir por
aquí. No voy a parar esto de forma brusca, sería absurdo tras
quince años. Sin embargo, reconozco que está siendo un año
deportivo muy duro a todos los niveles. Sabido por todos, siento
cariño por tres equipos(RCD Espanyol, Hércules CF y Córdoba CF)
que están afrontando una temporada terrorífica que echa sus raíces
a principios de julio( o de junio, en el caso de conjunto periquito)
y está quemando etapas negras y eso, pienso, me está afectando a la
hora de motivarme para escribir, aunque aquí es uno el
protagonistas. Sin embargo, hoy expondré las tres situaciones,
dejando para el final, el conjunto alicantino. Luego, indirectamente,
pienso que el proceso electoral también lleva a retrasar este
artículo pero es la menor de las causas(sí, la menor).
RCD
Espanyol. Lo más duro es que era el que más ilusionaba de los tres
proyectos por estar en primera y en competición europea. Sin
embargo, el “mandiazo” de “Rubi” fichando por el Real Betis y
reclamando,inmediatamente, el fichaje de Borja Iglesias produjo una
serie de episodios que explican la situación actual. Se apostó por
David Gallego con la confianza de seguir el fútbol del que se marchó
pero tuvo, desde el primer minuto, a bastante gente deseando su cese
por falta de experiencia y, luego, otros temas de su forma de hablar
en las ruedas de prensa. Para más inri, tuvo que empezar antes de
tiempo para las rondas previas de la Europa League. Al final, la
competición europea ha resultado un peligroso oasis de buenos
resultados. Pero la competición doméstica refleja un nivel que lo
ha puesto en su nivel: descenso y habiendo perdido todos los partidos
en casa. Desde julio se ha generado un pésimo ambiente que se está
pagando en el terreno de juego. No es la primera vez que veo a este
equipo abajo y salvándose de forma milagrosa (1992, 2003, 2004,
2009).Y la mano de Machín no se está percibiendo aún, le salvaría
que a Luis Fernández, en 2004, también le costó remontar el vuelo.
Córdoba
CF. Voy a decirlo abiertamente: estoy contento con la intervención
judicial del club. Imaginad cómo debe estar por dentro para celebrar
una situación que otros considerarían como una intromisión. No voy
a negar la evidencia que esa alegría tiene un punto negativo: es que
la legalidad se podría llevar por delante al club, encaminarlo a una
disolución en función de las leyes. Aunque sé que la intervención
tiene por objeto hacer viable un club embargado, sin recursos porque
la segunda B es un maldito pozo, el miedo está ahí si las cuentas
definen la situación económica del club. Deportivamente, les está
costando este primer año en segunda B. En casa se mantienen bien
pero, a domicilio, está siendo dantesco el año(un Dr. Jekill y
Mr.Hyde), con dos meses sin cobrar sueldos y con otro entrenador tras
dimitir Enrique Martín Monreal aduciendo problemas familiares.
Hércules
CF. Prácticamente, la situación es pareja a la del RCD Espanyol en
lo relativo al mal ambiente durante la pretemporada y que ha
supuesto, como el Córdoba CF o el conjunto periquito, que estemos en
el segundo entrenador de la temporada. Un pésimo ambiente que empezó
al minuto siguiente de terminar el partido en Ponferrada. Cogiendo
unas frases lógicas en el desánimo generalizado, algunos han
querido explicar esta temporada por una decisión que algunos llaman
errónea(mantener a Planagumà como deseaban los que han estado
pagando un finiquito tras finiquito de entrenadores cesados en estas
dos temporadas previas al segundo puesto de la 2018/19). Se fichó a
varios jugadores buenos que, en pretemporada, tuvieron que estar de
baja por lesiones que le hicieron tardar en recuperarse, con
problemas de vestuario,etc. Lo que sí es cierto es que el ambiente
estaba tan crispado que ya había gente con la espada afilada antes
el partido de presentación ante el UCAM Murcia. De hecho, aún con
el 1-0 en el marcador ante el Villarreal CF “B” había un runrun
de, o se ganaba o había crisis deportiva. Sí, acepto que el
entrenador se vio superado y tomó decisiones extrañas(pasar de
trivote a un único centrocampista, por ejemplo). Con el nuevo
entrenador parecía haber una reacción pero, sinceramente, se le
está poniendo cara de Claudio Barragán-que también empezó bien y
luego los números no fueron tan buenos- y deja la duda sobre qué
hubiera pasado si los medios hubieran aplacado el mal ambiente
durante pretemporada(el Atco. Baleares tuvo una pretemporada peor que
la del Hércules). Sinceramente, yo sí que pienso que el equipo
estaría más o menos en la misma zona con el anterior entrenador. El
domingo pasado, de hecho, recibí un correo de unos buenos amigos
para ver el partido de fútbol en Castellón, vía Footers, y decidí
no ir. Tenía, desde unos días antes, las malas vibraciones de una
derrota que acabó ocurriendo.
Sinceramente,
es un año que más allá de estar perdido, me está dejando un mal
cuerpo, deseando que acabe la temporada y ver a dos equipos salvados
en lo deportivo y el otro...”existiendo”.
Por cierto, hay un cuarto equipo que sería el UD Almería(al fin y al cabo, no deja de haber sangre almeriense en mis venas de todos mis antepasados maternos) y que, a pesar de la situación buena general, me gusta poco en qué manos ha caído. Aunque se subiera, el mal pálpito lo tendré ahí.