jueves, febrero 25, 2016

Momentos

Noventa y cuatro minutos, más de cinco mil seiscientos segundos, aunque una buena parte del juego no se lleva a cabo: jugadores en el suelo, balones que se van fuera, protestas, sustituciones(por más que se les dé un añadido de 30''). Prácticamente, la mitad del tiempo se suele perder. En cada segundo, en cada minuto se va decidiendo poco a poco un partido. Sí, se pueden desaprovechar ocasiones pero lo que quiero dejar claro es lo importante de aprovechar las opciones. Uno de los aspectos claves es el balón parado, la jugada que genera peligro a poco que se haga bien pero que, si no se trabaja, ya cede a la improvisación y, como resultado, el número de goles que genera es bastante poco. Es difícil recordar cuando tuvo el Hércules un entrenador preocupado por el balón parado para llegar a considerarlo aquí. A bote pronto, se recordaría a Mandiá en su segunda etapa(2008/09) y Esteban Vigo(2009/10) pero poco más. Incluso, se ha dado el caso de entrenadores en el Hércules que sí han sido “bañados” por sus rivales, que han realizado jugadas de arte, arrastrando jugadores para que el rematador esté libre y marque el gol. En una categoría tan igualada como la 2ªB, aprovechar el balón parado es fundamental, porque es el que separa el éxito de la derrota.



Pero no sólo es el balón parado uno de los problemas del actual Hércules de Vicente Mir(y eso que ha reducido algo en comparación con Manolo Herrero). Otro es la tan conocida presión de todos los jugadores. Recuperar el esférico cuanto antes, poder embotellar al rival por méritos propios(no debido a una expulsión) sólo se puede obtener vía intensidad. Es cierto que ahí depende de un factor importante como es la preparación física.Y como mucho, llegar a entender que la intensidad dure lo que debe durar(pero, aparte, necesita mejorar para llegar bien).



Es fundamental el aspecto anímico, la facilidad para perder la confianza-el partido ante el Barça B dejó malas vibraciones por no aprovechar la superioridad numérica y la falta de precisión de los centros- debe desaparecer. Ahí, la clave es creer en lo que se hace. Sí, suena fácil pero, a veces, en los peores momentos es una fuerza más importante de lo que se cree. El Córdoba CF que subió en 2014, el de “Chapi” Ferrer, tuvo una curiosa estadística: marcaba en todos los desplazamientos. Estoy seguro que esa fe en marcar fue la que ayudó a creer para lograr ese gol en los segundos finales del último partido de promoción y conseguir el ascenso a 1ª División. Sí, podemos hablar de la adrenalina del ascenso pero si ese equipo hubiera basado su éxito en casa y medio fallón a domicilio, no habría tenido la lucidez en llegar arriba.



Ahora se ha de afrontar unas semanas difíciles, son prácticamente finales de “conferencia” antes de llegar a la final de verdad, la del ascenso.Una ventaja de eso es que van a necesitar ganar una buena cantidad de partidos(estaríamos hablando de cerca de 7-8 partidos de los once restantes).Eso, sólo tiene el aspecto positivo de poder afrontar una promoción con confianza.En ese punto es donde el trabajo anímico más la intensidad en cada uno de los minutos más el trabajo a balón parado deben dar sus frutos.



Apunte Vudú, vudú...quizás es excesivo. Pero si podrían hacer algo con la camiseta que lleva el “9” del Hércules porque no es normal. Porque hay jugadas en las que hay una posibilidad bien alta de marcar hasta que se pone la bota y acabe el esférico estampándose en la “madera”, en la red exterior, en el “muñeco”(el portero), algún defensa que pasaba por ahí. Remates que parecen certeros hasta que tropiezan en la base del poste o el guardameta hace la parada de su vida. O que el den el “10”, como escribía el lunes pasado.