En
apenas un día, pocas horas, comienza una nueva edición liguera en
las categorías del fútbol patrio. En 2ªB, ese mundo es duro, donde
están juntos los que sufrimos este pozo, los que caen(FC Barcelona B
y Centre d'Esports Sabadell) y los que lo celebran desde abajo hacia
arriba(Llosetense, Pobla de Mafumet,Atlético Levante) con el deseo
de alguna gesta mayor, si bien el Pobla de Mafumet ya la ha alcanzado
y depende del Nàstic para seguir progresando. Una lucha de 38
jornadas y que debe continuar a finales de mayo y, si es necesario,
junio. Pero siempre, “debe continuar”.Finalizar a mediados de
mayo será muy mala señal.
Decía
Manolo Herrero que hay que ser líder en la jornada 38. En parte,
tiene razón porque no es bueno crear un exceso de presión más allá
de la consabida primera posición. Ahí, lo sabe bien el Hércules
que nunca ha sido primero en la jornada 38 y ya vamos por la
temporada 12+1, aunque el club es tan especial que es capaz de ser
primero en este ejercicio deportivo. Ha tenido varias
temporadas(1989/1990, 1999/2000 y 2014/15) en la que ha ocupado el
primer puesto pero siempre ha sido en la primera vuelta, en alguna
ocasión en la segunda vuelta(1990/91 y 1999/2000). También es un
modo de calmar el ambiente a lo largo de la temporada.
Con
todo, sólo hay una arma que asegure ser primero de grupo y esa es
“ganar, ganar y ganar”. Dejarse de florituras, especulaciones
varias y de mirar la clasificación cada jornada e ir a ganar cada
partido que dispute. Cuando lleguemos a la jornada 38, se debería
lograr una cifra entorno a los 22-25 partidos ganados y, como máximo,
3-5 derrotas. Insisto, siempre desde el respeto al rival pero buscar
los tres puntos cada partido y así ir entrenados al momento cumbre
de la temporada.Mañana sábado comienza con el filial levantinista,
un rival incomodo por esa condición que, en la temporada pasada,
complicó la vida más de una vez en Alicante(una victoria, tres
empates y una derrota).
Apunte.
Cincuenta días después, pasé por taquilla para recoger el abono de
esta temporada, la decimoséptima de forma continuada. Desde 1989
asiduo al Rico Pérez como “cadete” hasta abonarme en 1992.
Durante seis años lo hice sin faltar hasta la temporada 1998/99 en
la que me harté de los dirigentes de esa época. Desde 1999 hasta
ahora sigo en la brecha herculana. Aunque el hartazgo sea similar al
de 1998, el año fuera del Hércules fue demasiado largo.