jueves, julio 09, 2015

Poner la cruz



La salida de Iker Casillas por la puerta de atrás del estadio Santiago Bernabeu- por mucho que quieran pintarlo con bonitos homenajes- no es una marcha de un jugador cualquiera. Iker Casillas tiene un palmarés colectivo e individual considerable(Un mundial, dos europeos a nivel de selección-por no contar los obtenidos con selecciones inferiores-,cinco Ligas, tres Champions League, dos Copas del Rey y más títulos de rango inferior pero que sólo se pueden lograr vía Champions) con un único lunar:un premio Zamora en quince años.

Su vida deportiva daba sensación de empezar y acabar en el Real Madrid hasta la llegada de José Mourinho. Ahí se acabó todo con el paso del luso por el banquillo. Maldijo la temporada 2012/13, esa en la que se rompió todo, especialmente desde aquel partido en La Rosaleda. Adán, víctima colateral de la polémica, tampoco estuvo afortunado aquel partido y, en el siguiente encuentro, fue expulsado  a los seis minutos; tampoco Adán levantó la cabeza desde entonces. La lesión en Valencia y la llegada de Diego López terminaron de dinamitar la situación en el terreno de juego pero, sobre todo, en la grada. Ahí se puso la cruz mucho antes de la polémica de la temporada 2013/14, esa en la que el nuevo técnico, Ancelotti, prefirió seguir el status del final de la temporada anterior, con Diego López en la competición liguera, dejando a Casillas en Copa del Rey y Champions. La ironía hizo que sólo se ganaran los dos trofeos en los que Iker estuvo bajo los palos. Diego López, asfixiado, prefirió marchar a Milán en la pretemporada de la competición pasada(2014/15) y Keylor Navas ha actuado sin un patrón definido según rival y, quizás, el hecho de haber “librado” a Casillas de unos siete partidos en el Santiago Bernabeu(cinco de Liga, uno de Champions y uno de Copa del Rey).

En Twister se ha visto algunas de las acusaciones de algunos hacia Casillas pero una palabra es denominador común: topo. Yo no voy a dar pábulo a semejantes historias. Que un jugador con esa historia(más de 500 partidos disputados, quince años en el mismo vestuario) pueda tener cierta influencia en el vestuario es algo normal. Se une Casillas a Raúl González Blanco, otro ídolo que parte de la grada también minó hasta el hastío. Eso sí, luego, homenajes(eso sí, a remolque del que hizo el Schalke 04) pero la actitud del “7” en los últimos años era irreprochable-aunque su mejora en los números tuvo el acicate de demostrar a Luis Aragonés(q.e.p.d.) que su salida de la selección fue injusta.

La cruz que se establece desde la grada es difícil de rebatir. Es complicado recordar algún jugador en Alicante capaz de revertir lo que se siente en las gradas. Sí, hubo algunos que lograron cambiar la imagen que se tenía de ellos por haber militado en un rival(por ejemplo, Sendoa) pero la cruz pesa en el rendimiento y el jugador, difícilmente, no logra girar 180º.


Apunte. El club alicantino se encuentra amargado por el descalabro en la campaña de abonos de esta temporada. Eso sí, reacción ninguna para cambiar cosas que han enfadado a mucha gente, al “cliente”, para que lo entiendan mejor.