La salida de Iker Casillas por la puerta de atrás del
estadio Santiago Bernabeu- por mucho que quieran pintarlo con bonitos
homenajes- no es una marcha de un jugador cualquiera. Iker Casillas tiene un
palmarés colectivo e individual considerable(Un mundial, dos europeos a nivel
de selección-por no contar los obtenidos con selecciones inferiores-,cinco
Ligas, tres Champions League, dos Copas del Rey y más títulos de rango inferior
pero que sólo se pueden lograr vía Champions) con un único lunar:un premio
Zamora en quince años.
Su vida deportiva daba sensación de empezar y acabar en el
Real Madrid hasta la llegada de José Mourinho. Ahí se acabó todo con el paso
del luso por el banquillo. Maldijo la temporada 2012/13, esa en la que se
rompió todo, especialmente desde aquel partido en La Rosaleda. Adán, víctima
colateral de la polémica, tampoco estuvo afortunado aquel partido y, en el
siguiente encuentro, fue expulsado a los
seis minutos; tampoco Adán levantó la cabeza desde entonces. La lesión en
Valencia y la llegada de Diego López terminaron de dinamitar la situación en el
terreno de juego pero, sobre todo, en la grada. Ahí se puso la cruz mucho antes
de la polémica de la temporada 2013/14, esa en la que el nuevo técnico, Ancelotti,
prefirió seguir el status del final de la temporada anterior, con Diego López
en la competición liguera, dejando a Casillas en Copa del Rey y Champions. La
ironía hizo que sólo se ganaran los dos trofeos en los que Iker estuvo bajo los
palos. Diego López, asfixiado, prefirió marchar a Milán en la pretemporada de
la competición pasada(2014/15) y Keylor Navas ha actuado sin un patrón definido
según rival y, quizás, el hecho de haber “librado” a Casillas de unos siete partidos
en el Santiago Bernabeu(cinco de Liga, uno de Champions y uno de Copa del Rey).
En Twister se ha visto algunas de las acusaciones de algunos
hacia Casillas pero una palabra es denominador común: topo. Yo no voy a dar pábulo
a semejantes historias. Que un jugador con esa historia(más de 500 partidos
disputados, quince años en el mismo vestuario) pueda tener cierta influencia en
el vestuario es algo normal. Se une Casillas a Raúl González Blanco, otro ídolo
que parte de la grada también minó hasta el hastío. Eso sí, luego,
homenajes(eso sí, a remolque del que hizo el Schalke 04) pero la actitud del “7” en los últimos años era
irreprochable-aunque su mejora en los números tuvo el acicate de demostrar a
Luis Aragonés(q.e.p.d.) que su salida de la selección fue injusta.
La cruz que se establece desde la grada es difícil de
rebatir. Es complicado recordar algún jugador en Alicante capaz de revertir lo
que se siente en las gradas. Sí, hubo algunos que lograron cambiar la imagen
que se tenía de ellos por haber militado en un rival(por ejemplo, Sendoa) pero
la cruz pesa en el rendimiento y el jugador, difícilmente, no logra girar 180º.
Apunte. El club alicantino se encuentra amargado por el
descalabro en la campaña de abonos de esta temporada. Eso sí, reacción ninguna
para cambiar cosas que han enfadado a mucha gente, al “cliente”, para que lo
entiendan mejor.