Una derrota, en determinados momentos, es positiva aunque suene a extraño. Una derrota sirve para que todos reflexionen en las causas y que, con un 0-0, que hubiese mantenido la trayectoria a domicilio, no lo habría permitido. Aunque también es cierto que se carga mucho en el colegiado, la realidad es que el juego no ha sido el más adecuado para jugar ante un rival que tenía a su entrenador finiquitado a la espera de perder ante el Hércules y culminar un balance de 2 puntos de 18 posibles. Con un balance de goles encajados importante, se podía uno imaginar que seguiría esa vocación de aprovechar las ocasiones ante un rival tocado por las últimas derrotas pero no. El juego fue como la retransmisión...interrumpido, carente de ambición por parte de alguien que debería de mostrar algo más. Nadie habla de jugar como el Barcelona, el jogo bonito. Sé que en 2ª el fútbol que se impone es el "jogo prático"(no me he equivocado, se escribe así en portugués) , práctico, vamos. Pero eso tampoco quiere decir tirar media parte sin ocasiones y con un perfil más tendente a defender pero sin llegada ni ambición. El Girona mostró la intención de ir a por el partido porque, estando ahí, no se puede jugar con fuego y atacó sin mucha profundidad pero recordando al Nàstic. Bien Coro pudo haber marcado el 1-0 antes del descanso.
En sí, poco se puede comentar de un partido algo tedioso, anodino, que pudo verse afectado por el estado del césped tras las lluvias acontecidas en los días previos al encuentro. Con Escassi, Rivas y Abel Aguilar en el centro del campo y dos jugadores en banda que no estuvieron acertados como Sanchón y Calvo, jugando Míchel en delantera pero alternando con Sanchón pero sin acierto. Un empate a cero era el resultado lógico, más por desacierto local en las última jugada que otra cosa. En la segunda parte no cambió mucho la tónica. Se comenzó a caer en la cuenta que también se debía atacar con lo que salieron Sardinero en el 54' y Urko Vera en el 78'. Entre medias, la ocasión más clara a favor del conjunto blanquiazul llegaba de las botas de Moha al despejar, rozando el poste de su portería, un saque de esquina sacado por los de Mandiá . Un minuto después, Melero López pitaba un penalty que sería inexistente si no fuera porque el propio jugador reconoce que hubo contacto-también es cierto, como dice Peña, que toques como ese existen cientos en las áreas y no se suelen pitar- pero se pitó y Coro materializó el 1-0. Mandiá cambió la configuración colocando a Callejón por Rivas. Del trivote inicial se quedó en Abel Aguilar pero, una vez más, la precipitación por el empate no sirvió y, de nuevo, el gol del empate lo pudo materializar el ex herculano Tortolero. Una derrota que debe servir para que se piense si hay algo que cambiar, mejorar porque lo peor sería quedarse con la excusa del colegiado.
Apunte: No me suele gustar echar en cara a un árbitro si no se dan argumentos en un partido. Pero si lo comento en este apartado es por la curiosidad de indicar que las dos únicas penas máximas en contra, en esta temporada, las ha pitado Melero López: el penalty ante el Cartagena sí que pudo ser claro pero el de ayer pareció extraño.
En sí, poco se puede comentar de un partido algo tedioso, anodino, que pudo verse afectado por el estado del césped tras las lluvias acontecidas en los días previos al encuentro. Con Escassi, Rivas y Abel Aguilar en el centro del campo y dos jugadores en banda que no estuvieron acertados como Sanchón y Calvo, jugando Míchel en delantera pero alternando con Sanchón pero sin acierto. Un empate a cero era el resultado lógico, más por desacierto local en las última jugada que otra cosa. En la segunda parte no cambió mucho la tónica. Se comenzó a caer en la cuenta que también se debía atacar con lo que salieron Sardinero en el 54' y Urko Vera en el 78'. Entre medias, la ocasión más clara a favor del conjunto blanquiazul llegaba de las botas de Moha al despejar, rozando el poste de su portería, un saque de esquina sacado por los de Mandiá . Un minuto después, Melero López pitaba un penalty que sería inexistente si no fuera porque el propio jugador reconoce que hubo contacto-también es cierto, como dice Peña, que toques como ese existen cientos en las áreas y no se suelen pitar- pero se pitó y Coro materializó el 1-0. Mandiá cambió la configuración colocando a Callejón por Rivas. Del trivote inicial se quedó en Abel Aguilar pero, una vez más, la precipitación por el empate no sirvió y, de nuevo, el gol del empate lo pudo materializar el ex herculano Tortolero. Una derrota que debe servir para que se piense si hay algo que cambiar, mejorar porque lo peor sería quedarse con la excusa del colegiado.