Hoy nos despertamos con dos portadas en AS y MARCA que recuerdan la situación económica que está viviendo el fútbol. En el diario de PRISA no llega a ser escandaloso el titular pero aportan los primeros pasos de la LFP para establecer ese fair play de la UEFA que aquí hemos comentado en alguna ocasión; mientras, en el diario MARCA un tremendo "Bancarrota" nos deja con una sensación fría pues es una situación que se veía venir hace tiempo. Y no, sería un error achacarlo a la situación económica que se vive en España. Son otros factores más implícitos al deporte. Sólo un pequeño lazo lo relacionaría con la crisis: el aporte por patrocinio deportivo y que se ha reducido.
El primer factor que comentaría es el de la competitividad feroz que hay en los deportes y que "obliga" a forzar la máquina sólo para mantener un nivel que permita luchar por la victoria -hace poco tiempo comentaba en un Apunte la situación de la sección de baloncesto del FC Barcelona con sus 30 millones de gastos para obtener 5 de ingresos y que, indirectamente, hace que el resto de equipos deban tener presupuestos por encima de sus posibilidades económicos- pero que también afecta a otras situaciones como evitar los descensos; así, si un conjunto que rivaliza por los puestos de descenso y que va fichando en el mercado de invierno va a hacer que el resto acabe contratando para mantener la categoría a pesar de la situación económica que tenga ese club.
El segundo factor apunta hacia el aficionado de un club(aparto de este sector a los que se abonan independientemente de la categoría) que toma la decisión en función de lo que vaya a realizar el club. Por ejemplo, hay gente que espera un proyecto ilusionante para subir a 1ª, pero la situación económica no permitirá muchos dispendios y lo que suena parece que puede ilusionar bien poco...y se decante por no abonarse. O sea, para lograr que "x" abonados pasen por taquilla requiere un esfuerzo puede ser contraproducente a medio plazo.
El tercer factor va implícito en los anteriores pero que lleva a una gestión en la que son pocos los clubes que apuesten por la cantera como proyecto "salvavidas" de sus existencia como club. Impera, en un peso excesivo, el talonario en buena parte de los conjuntos, lo que ha provocado que, salvo pocos ejemplos,la mayoría sean deficitarios crónicos y, aunque no se diga, las urgencias económicas de la mayoría(evitar las cifras en rojo) provocan a las deportivas(es necesario salvarse en 1ª "sea como sea") creando una bola de déficit y, por consiguiente, de una deuda galopante. Irónicamente, los dos "empresas" que sacan beneficios son clubes deportivos y que recuerdan, una vez más, el fraude que supuso las Sociedades Anónimas Deportivas.
El cuarto factor es el más grave y que carece, para su desgracia, de fuerza moral: la falta de fuerza coercitiva de la Administración , como se demostró cuando flojeó gravemente en 1995 con el asunto de los avales del Sevilla CF y del Real Club Celta de Vigo -indirectamente, aunque no lo relacione directamente, la falta de cumplir determinadas sanciones administrativas por los grandes tampoco ha ayudado a creer en la RFEF o en la LFP-, y que hace que cualquier aficionado tenga dudas sobre el órgano administrativo que imponga la sanción. El órgano que la LFP pretende utilizar para certificar la posibilidad de competir por parte de los clubes tenía que haber llegado en 1990 y no ahora, 21 años después, con unos balances desmadrados en lo relativo a deudas con administraciones públicas(que bastante favor han accedido a aceptar convenios a los clubes o no ser muy exigentes en sus actas), clubes a los que no se pagan traspasos y, deudas con futbolistas. Las sanciones que pretende dicho organismo(incluso, la imposibilidad de competir, supongo que en la Liga Profesional) van a necesitar que se tomen en serio porque ya se vio en 1995 que las aficiones eran capaces hasta de forzar un estado de tensión que obligó a echar para atrás las sanciones a los dos clubes arriba citados.Las demás sanciones son esperadas: deducción de puntos, imposibilidad de tramitar fichas,etc. El único inconveniente, de inicio, que le veo al tema de las sanciones será el papel de las administraciones locales y regionales, que pueden no desear la pérdida social de determinadas entidades con lo que puede que no se logre resolver su papel excesivamente protector.
Lo que sí va a ser necesario, de una vez por todas, es una transparencia en las cuentas de los clubes en la LFP para proceder a valorar la situación de cada uno de ellos. También será necesario resolver el tema de los procedimientos concursales que deben tener cierto freno en nuestro deporte patrio o desincentivar su uso mediante determinadas acciones que, sin recurrir a un descenso administrativo que estaría fuera de toda lógica dentro de un procedimiento concursal, supusiera cierta rémora deportiva(no poder tramitar licencias profesionales, por ejemplo). Son varias las soluciones pero el primer paso ya está dado con ese nuevo fair play que ya en Europa supuso la prohibición de disputar competiciones al RCD Mallorca.
Apunte Poco a poco se están viendo los cimientos de este nuevo Hércules(la presencia de Sergio Fernández, la del nuevo secretario técnico Del Pozo, el sentido común del nuevo Director de Comunicaciones,etc. Que no se decaiga en el empeño porque una buena estructura va a ser más importante que un ascenso.