sábado, julio 24, 2004

Va por Humberto Núñez


Ayer viernes llegó desde la concentración herculana en Dehesa de Campoamor una noticia que nadie desearía escuchar... y, mucho menos, en un día tan especial como el de ayer. Humberto Núñez llegó desde su Paraguay natal con un Hércules desmoralizado y en Tercera División tras haber tocado la élite un par de temporadas antes y era cedido al CD Málaga con el equipo alicantino en División de Honor y tras una 5ª posición entre los grandes de España. Pasó de jugar con equipos como La Unión, Tomelloso o Illiturgi a hacerlo contra el Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid. Fueron épicas aquellas dos salidas de rodillas desde el estadio de "El Sadar" de Pamplona donde se lograron los dos ascensos de categoría en los que participó con el equipo herculano. Parecía que con él llegaba una especie de energía positiva que ayudaba a subir de categoría ya que la cesión al Málaga acabó con ascenso de categoría mientras que Deusto cubría la portería herculana.
Su labor ha marcado a jugadores pero, especialmente, a los porteros ya que era su labor específica: Fálagan, Toño o Rubén son cancerberos que siempre lo tendrán en el recuerdo. Pero lo que más se le recuerda fue su labor de entrenador de jugadores promesas y, sobre todo, del primer equipo cuando era el "puente" entre dos entrenadores. De esa época de banquillo se recuerda esas seis semanas consecutivas ganando con partidos como el 0-3 en Leganés o el 7-1 al Torrent. Hasta en seis ocasiones tuvo que hacer de puente entre entrenadores pero no quiso tener carnet nacional de entrenador.
Por ello, cuando ayer murió Humberto, algo se moría también en el club... una estrella que le había acompañado en las últimas décadas y esa personalidad se echa de menos en esta entidad. Como comentaba esta mañana, el Hércules debe de concienciarse de que debe lograr que jugadores como Alfaro o Rodríguez deben seguir en el Hércules como medio de "humanizar" a la entidad.