lunes, agosto 03, 2020

El dogma de la jornada unificada

La segunda división está que arde. Por un lado, un equipo deseando salvarse del descenso a segunda B en los despachos; por otro lado, otro equipo deseando jugar ya ese último partido y encaminarse a un play-off de ascenso que tampoco está asegurado, como el del ascenso a Segunda B, por la amenaza de algún positivo más, aunque sea falso. Entre medias, otro más cercano pidiendo que se le dé la plaza de 6º para jugar el mencionado play-off porque huele que, de disputarse, acabará suponiendo la pérdida de esa ficticia plaza.

Ese lunes 20 de julio amaneció con un equipo, el Fuenlabrada, que tuvo varios positivos y que hacía imposible jugarse el partido ante el RC Deportivo de la Coruña en Riazor. Lo impensable, para los aficionados que no estamos “afectados”, es que se jugase el resto de la jornada. Era un riesgo gordo porque, de darse unos resultados determinados, el empate a cero sería suficiente para un biscotto colosal. Sin embargo, los que necesitaban ganar cumplieron(CD Lugo, y Albacete Balompié) y el descenso se cumplió de forma automática. También se comprendía que se quisiera acelerar por si acaso.

El conjunto coruñés desde entonces se ha sentido damnificado y solicitando desde la liga de 24, el descenso del conjunto madrileño y metiéndose en líos judiciales con escaso éxito. Para su desgracia, se ha encontrado con dos buenos contrapesos como han sido los comunicados desde Almendralejo y Santander pidiendo Liga de 26, porque no ven justo que no se baje a Deportivo, Numancia y a ellos sí.

Para ampliar la fiesta el Deportivo, además, exige que se repita la jornada 42ª cuando es algo inviable a todos los efectos ya que muchos equipos se están planteando la siguiente temporada y con los jugadores de vacaciones. Cualquier excusa, para ellos, es buena para evitar una situación que les afectará de todas maneras.

Hay en toda esta historia una sensación de dogma de la jornada unificada, un escenario correcto en la teoría(todos saben lo que están haciendo los demás a la misma hora) pero que suele ser más manipulado en la práctica. Siempre se han dado circunstancias curiosas en la última jornada(redes mal colocadas, aspersores que se encienden espontáneamente o, directamente, invasiones de público cuando queda poco para terminar el partido). Son estratagemas que pretenden dar unos minutos para ver si es suficiente el resultado, si es necesario más o un empate es suficiente y suelen ser más usados por los equipos de abajo o, en menor caso, de arriba(ascensos). En el caso del Deportivo de la Coruña, fue más grotesco aquel incendio de una parte de la cubierta en la última jornada de Liga 1990/91 ante el Real Murcia en la última jornada de competición, qué curioso. Les permitió afrontar el partido con un margen de cuarenta y cinco minutos respecto a los demás partidos finalizados. Pero es que, tres años antes, ese Deportivo-Racing de Santander empezó un cuarto de hora después que los demás y permitió a los coruñesistas saber que debían ganar para salvarse y lo hicieron sabiendo la derrota del Bilbao Ath.

Es muy bonito invocar la jornada unificada, más bonito sería ser legal con esta situación y no aprovecharse en beneficio propio como lo ha querido hacer el conjunto coruñesista con una situación que, además, puede jugar malas pasadas porque pedir sancionar de forma excesiva al conjunto de Fuenlabrada es arriesgarse a que, en alguna ocasión, le pueda ocurrir a ellos. ¿Se imaginan al Coruxo pidiendo que el Deportivo bajase a tercera por una situación similar con positivos de Coronavirus?.


Elegancia.