miércoles, abril 27, 2016

Memoria herculana I

Hay fechas entre abril, mayo y junio, incluso julio, en las que el herculanismo rezuma gratos recuerdos(también otros nefastos, valga decirlo). El 28 de abril recuerda el ascenso ante el Celta de Vigo en 1935, primero a la División de Honor; el 19 de junio nos lleva a los ascensos de 1992/93 en Las Palmas y 2009/10 en Irún; el 27 de junio nos trae el ascenso de 1954 o,para no hacerlo más largo, el 26 de mayo de 1974,en Pamplona. 

Tres son los ascensos a Primera que he vivido a lo largo de mi vida como herculano:1984, 1996 y 2010. Tres logros, en cierto sentido, bien diferenciados aunque logro fuera el mismo. Eso sí, el paso por primera fue fugaz en los tres casos. Bueno, en verdad, en 1985 sólo un milagro permitió una segunda temporada que sí fue la cruz. En sí, ha sido una realidad constante: de los veinte años de primera, doce se sumaron en dos tandas(de 4 y 8 temporadas consecutivas), las ocho restantes se reparten en dos etapas de dos años(1954-1956 y 1984-1986) y cuatro descensos directos(1945/46, 1966/67, 1996/97 y 2010/11).

El primer ascenso me llegó con diez años y, recordando con "ayuda" del cuadro de clasificación, unos diez partidos vistos desde aquella derrota extraña con el Palencia hasta el triunfo contra el CD Castellón. De esa época y el recuerdo infantil de un niño de 9 años, el mejor recuerdo, además del ascenso fue aquel partido ante el Castilla igualando, a fuerza de casta, un 0-2.

El segundo ascenso es el que me dejó ya un recuerdo más claro y nítido, además de felicidad. Tras años en 2ªB y un par de buenos años en 2ª, con la "Herculesmania" creciendo, llegó esa temporada 1995/96 que fue memorable y aún se disfruta gracias a contados partidos que aparecen en Youtube y que nos permiten recordar aquellas gestas maravillosas por su eficacia goleadora y que nos trajeron un  ascenso en Badajoz un 27 de abril de 1996, hace ya veinte años. Una tarde en la que se sufrió y, al final, se celebró el gol de Sigüenza en esa jugada de tiralíneas y el ilicitano de rodillas al cielo.  


Luego llegó el tercero, en 2010 pero, entre unas cosas y otras(en especial .0ptla pésima racha de marzo, el mal ambiente generado y la historia de los partidos comprados), las sensaciones de felicidad no fueron tantas como en aquel 1996 donde se disfrutaba de esas matinales de fútbol y goles.