Hace una semana, en plena vorágine del día de los Santos Inocentes, llegó la noticia de la retirada de Francisco Javier Portillo. En plena incredulidad se fue haciendo paso la realidad. Sin embargo, poco se podía imaginar la gente que ayer, domingo, se daría la segunda parte de la inocentada. Eso que consistía en una serie de valerosos pero limitados jugadores baleares eran capaces casi de tumbar a un gigante de barro llamado Hércules. Si ya dolía empatar con la Pobla de Mafumet hace unas jornadas, ayer ocurrió ante el Llosetense, el equipo que era colista hasta esta semana(pasará a serlo el CF Huracán por motivo de su exclusión de la competición) y que venía, para colmo, con bajas extremas hasta el punto de convocar a un tercer guardameta que, ayer, lució el dorsal 12(aunque se quedó en el banquillo). Un rival menospreciado pero que se creció en la adversidad pero, ignoro, si también en la tranquilidad de “hemos llegado a lo máximo que podemos lograr, disfrutemos”.
Y eso que el partido no empezaba nada
mal con el gol local en el minuto 7 de la primera parte. Partido
encarrilado desde el principio, sólo había que aprovechar las
ocasiones que fueran llegando.Sin embargo, el conjunto visitante, sin
crear peligro empezaba a dar algo de sensación de “Y si probamos a
estirarnos”. Unos minutos antes del empate, ya tuvieron una ocasión
peligrosilla pero con nulo acierto. Con todo, ya creaba en la grada
cierto enfado al ver que el equipo no cerraba el partido. Un fallo de
Chechu, combinado con Chema, provocó que una cesión larga acabara
fuera y el consecuente saque de esquina que sí acertaron a
materializar. Llegar al descanso tirando por la borda una ventaja
molestó a la grada. Se sabía que el colista, para más inri,
llegaba limitado de efectivos pero ahí estaba, incordiando y
empatando al descanso.
La segunda parte se decantó más del
lado blanquiazul. Tuvo bastantes ocasiones que tropezaron en el
guardameta visitante, más afortunado que nunca(incluso, esféricos
que rozaban el poste sin él tirarse) hasta que Rafita logró el 2-1.
Pero el partido ayer salió tonto, muy tonto y Mariano Sanz se
autoexpulsaba en apenas diez minutos(67' primera amonestación, 78'
segunda amonestación) y dejaba el peso ofensivo a Siro, un joven
canterano que, a pesar de su inexperiencia, pudo dar el 3-2. El
Llosetense apenas se acercaba a la meta de Chema pero, al igual que
en la primera parte, tuvo una modesta opción de empatar si no llega
a ser porque se le fue el balón en el contraataque. Otra vez, un
saque de esquina supuso el gol visitante a escasos minutos del final
del partido. Era algo inaudito, como si alguien del conjunto balear
pusiera un monigote en la espalda de los herculanos. Por ocasiones,
quizás mereció ganar el Hércules pero, por la casta echada por los
baleares, se llevaron un punto de “eggs”, ante un conjunto local
que, en la segunda parte, tuvo más opciones de gol pero basadas en
la calidad de los jugadores y no del conjunto, o, como se suele
decir, “hacer cada uno la guerra por su cuenta”. Con 31 puntos en
esta primera vuelta, hay que hacer mucho más en la segunda.
Apunte Aunque
perdió el Reus Deportiu, preocupa que el Cornellà no haya perdido
aún el paso. Este equipo será peligroso, bastante peligroso en
cuanto alcance los 46-48 puntos, porque eso dará paso a un rival
ilusionado, motivado y sin nada que perder a partir de ese instante.