En esta semana hemos tenido una serie
de opiniones y noticias acerca del Hércules C.F. que llaman la
atención. Todo comenzó el lunes pasado con una comida en el
Restaurante El Sorell, donde la plantilla, cuerpo técnico, directiva
se reunieron para celebrar las fiestas navideñas. Ahí apareció
Enrique Ortiz, quien fue, en su día, máximo accionista del conjunto
blanquiazul y ahora en segunda línea de “protagonismo”, tras
dejar su espacio a Juan Carlos Ramírez, Carlos Parodi y Valentín
Botella como “cabezas visibles” del proyecto. No es la primera
vez que eso sucede, eso de quedar en un aparte desde que decidió
dejar la presidencia en 2004. Fue un breve lapso de tiempo entre José
Enrique Carratalá y Valentín Botella. Desde entonces ha alternado
presencias y ausencias en el palco del estadio, uno de los puntos
donde se puede precisar su decisión de estar en segunda o primera
línea. Otro tema ya será de puertas hacia dentro.Hay cosas en las
que se puede percibir su presencia y, en otras, donde parece estar
más distanciado. Así, se ve que el fútbol-base sigue en la misma
línea de siempre, a pesar de ser una opción que, a corto y medio
plazo debe ser el perfil a seguir para la entidad herculana; por el
contrario, las cifras económicas reflejan un cierto sentido común
que antes carecía. Ahí habrá que mencionar como factores
meritorios las exigencias que llegan por el procedimiento concursal y
el control económico a priori establecido por la LFP(incluso en 2ªB
hay que cumplir los ratios para no llevarnos disgustos si alguna vez
regresamos al “fútbol profesional”). Ya en febrero de este año
decía Enrique Ortiz que, gracias a Javier Tebas y la LFP ve “la
luz gracias a la LFP”. En parte, la tristeza vendría por el hecho
de que, siendo un empresario de cierto éxito en esta ciudad, haya
tardado cerca de doce años en entender que los gastos tienen que ir
en consonancia de los ingresos...y eso que, en sus primeros pasos en
1999, había diagnosticado el problema del Hércules: contratos
largos y caros para la calidad de los jugadores, con la consiguiente
hipoteca para el proyecto deportivo.
Pero claro, ahora viene el “dulce”...y
es que volvemos a escuchar de algunos periodistas el célebre “hay
que poner el dulce al pastel” con un par de fichajes para lograr el
ascenso a segunda. Volvemos a leer lo que se decía en su día para
fichar jugadores y agravar las cuentas. Porque seamos realistas, la
gestión en el club no ha sido buena, pero la actitud de medios y
aficionados no ha ayudado tampoco. Fichajes costosos para que la
gente vea que haya “proyecto ganador”-las veces que se ha visto a
la afición poco receptiva si los nombres no “suenan”- a pesar
que el número de abonados no lo permitía. Presupuestos de cerca de
10-12 millones de euros cuando los ingresos no llegaban ni a seis. Ya
en primera división eso se multiplicó con creces. Lo curioso es que
algunos de esos periodistas preferían, en tertulias radiofónicas,
jugadores de cierto renombre a pesar de no jugar en detrimentro de
otros, quizás, más válidos pero sin nombres, a pesar de saber que
son escasos los jugadores que han aportado en un mercado de invierno.
Por una vez parece que el sentido en la planificación
deportiva-salvo algún fallo en los fichajes- no tiene intención de
escuchar los cantos de sirena y que elegirá si surge la ocasión y
las cuentas lo permitan.
Es cierto que el club tiene unas
urgencias a corto plazo pero también debe seguir unos pasos a medio
plazo que “numanticen” al Hércules C.F., cumpliendo unos
parámetros. Los atajos en lo deportivo y en lo económico ya se
acabaron y, con un estilo definido, debe dar resultados tarde o
temprano.
Apunte Un
ex herculano como Toño ha sido sancionado por su entrenador Paco
Jémez por un acto de indisciplina que le hará perder quince días
de sueldo y empleo. Aún se recuerda con desagrado su actitud en el
partido amistoso ante el Elche en la pretemporada del año pasado. Es
curioso que él y Manolo Martínez- atacar dialécticamente a Tote en
2008- lograran perder parte del cariño con gestos absurdos e
innecesarios.