El tema de los servicios médicos en los fichajes siempre ha tenido una importancia relativa salvo cuando se convierte en el elemento vinculante y, entonces, puede provocar "cismas" entre los encargados del reconocimiento médico y el cuerpo técnico. Desde el punto de vista local, asistimos al fichaje de Patri a sabiendas de que su problema con la pubalgia existía, según el jugador extremeño, desde diciembre del año pasado, lo que provoca que la gente se pregunte sobre si debió ficharse a un jugador lesionado o se aceptó su lesión sin más. Si se aceptase, llegaría otra cuestión: ¿por qué no se le operó a principios de julio para que estuviese en plena forma, al menos para la segunda vuelta de esta temporada?.
En estos días me acuerdo de que, cuando leía en los diarios una noticia sobre un posible fichaje con "dudoso" historial de lesiones pero buen jugador, siempre temía que el reconocimiento médico lo echase para atrás y me quedase con las ganas de tenerlo en mi equipo. Parecía que los médicos del club ejercían de "corte" de un fichaje ilusionante aunque nadie negaba la razón de éstos a la hora de considerar que era peligrosa su contratación. ¿A qué aficionado no le ha pasado?. Echemos el ojo hacia la Casa Blanca Madridista y observaremos las cosas raras que pasaron en los reconocimientos de Ronaldo, Milito y Woodgate: El descarte de Milito no se entiende con la presencia de Ronaldo- uno de los jugadores más maltratados por las lesiones graves- en la plantilla blanca; el fichaje del británico sólo se entiende por el éxito del argentino en el Zaragoza y una manera de pasar por encima del cuerpo técnico que sí había observado los problemas musculares, muy peligrosos por su reiteración. Si miramos otros equipos, nos pasará otro tanto con los jugadores descartados que luego, por circunstancias, no mostraron esa lesión oculta que hizo que los médicos rechazaran su fichaje.
Pero si hay algo que convierte un equipo en un polvorín es el enfrentamiento entre médicos y entrenadores sobre la conveniencia en jugar o no de un lesionado. Es más, una de esas disputas acabó con Quique Hernández fuera del club por el tema de la lesión de ese yugoslavo llamado Vorkapic, al que el entrenador alineó en Castellón pese a la negativa del doctor, Simón Campos, debido a que los problemas en el tobillo se habían agudizado en la semana anterior.
Con el tema Patri se ha visto que el reconocimiento es más trámite que "corte". Puede que lo justo sea así, para no ir en detrimento del equipo, pero también se debe tomar las medidas oportunas para que ese "fichaje" esté en óptimas condiciones... aunque eso pase por medidas duras como es pasar por quirófano si es necesario.