Paro. Llevaba dos semanas sin publicar
pero creo que es evidente que va a ir para largo y sin saber lo que
ocurrirá.
Dejo fijado el cartel de Stand-by, la
lucecita roja de la tele cuando está apagada. Una época de
confinamiento y mucho fútbol(además de películas y series)
enlatado a la espera de saber qué tiene pensado la RFEF, LFP y AFE.
Irónicamente, esta temporada estaba
siendo dantesca para dos de mis equipos(Espanyol y Hércules) y
complicada en junio para el Córdoba porque aún hay que solucionar
el tema de esa unidad productiva que se medio autorizó para seguir
jugando y que los jugadores cobraran pero, federativamente, está en
un limbo jurídico. Obviamente, y de forma egoísta, lo mejor es dar
por anulada la temporada y que se evite el descenso de ambos equipos.
Sería una forma lamentable de salvarse(y cuya rémora mantendrán
con el paso del tiempo). Sin embargo, no puedo parar de pensar en los
aficionados de equipos que lo han hecho bien, muy bien y que no
tendrían el premio merecido por anularse la temporada. Ellos,ahora,
son los que más fuerza dan a que siga la competición y lo entiendo.
Igual estaríamos si fuésemos líderes del grupo III unos, y en
Champions los otros y no querríamos que se anulara todo.
Ojalá, dentro de un par de meses, se
pueda seguir con la competición porque se haya encontrado el
tratamiento perfecto de este virus maldito(y con ello la solución al
problema logístico de las UCI colapsadas), también por la salud
mental de la gente tanto tiempo confinada.