El tema de los contratos de larga duración lleva camino de convertirse en el eterno problema de este equipo. Eterno por la situación cíclica de estos conflictos que han acabado haciendo del Hércules un equipo acostumbrado a visitar los juzgados de lo Social. Sea por el supuesto "peaje" del que habla Javier Subirats, sea por el hecho de que el equipo está por encima de las posibilidades del club, el contrato acaba siendo firmado por dos o tres años con cuantías que apenas se conocen en 2ªA con los problemas consiguientes... tanto para el equipo como para el jugador. El contrato se ha de cumplir como se dice y eso es lo que lleva a los jugadores a exigir el pago de las cantidades adeudadas; sólo el perdón de dichas cantidades se hace con el fin de evitar el descenso de categoría que implica el "coco AFE" mediante el hecho de conseguir un año más de contrato u otros beneficios para el jugador denunciante. Como las obligaciones de los contratos son algo casi sagrado, está en el club un poco de responsabilidad a la hora de firmar los contratos valorando a los jugadores en su justa medida. Pero, en Alicante, eso es una utopía como lo demuestra que Txutxi tenía un contrato excesivo que, según varios medios de comunicación, llegaba a 27 millones de pesetas tras una renovación turbulenta; Vicente y Fernando, las dos ex joyas de la cantera herculana suponen un costo que llega a casi 100 millones y, lo peor, despreciando una oferta de 500.000 € por Vicente; varios jugadores que han llegado esta temporada como Chota, Pepín o Xavi Moro son lastres cuya ficha echa para atrás a los demás equipos. Estos contratos ,para colmo, se van alejando de una debida austeridad tanto en la cuantía del contrato como en las temporadas y, lo peor, no cumplen con la tendencia de contratos por objetivos. Este final de temporada ha acabado con jugadores sin cobrar tres meses, dando una imagen muy mala pero habitual, y tiene toda la pinta de que el próximo año puede ser más duro...pero en eso consisten los ciclos: en repetirlos si se obstina en no aprender de fallos anteriores.