sábado, octubre 17, 2015

Entre la espada y la pared


Se suele utilizar este dicho cuando se pretende hacer una cosa bien pero sabiendo que, se escoja la opción que sea, habrá alguien molesto por la decisión. Está la persona en cuestión amenazada por la espada, con intención de herirlo, y, a su vez, la pared que impide salir huyendo. En el caso de Manolo Herrero, se encuentra con dos opciones igual de malas para él: si pone a Portillo, enojará a la grada; si no pone a Portillo, posiblemente, según conspiraciones varias, a los dirigentes. Imposición de la grada versus imposición del palco. Ahí, ya sólo le queda cerrar los ojos e ir hacia adelante con su decisión.

Ha surgido una polémica por unas palabras del entrenador en la rueda de prensa que han soliviantado a parte de la afición pero que, sinceramente, me hacen pensar que nos olvidamos de un tema fundamental: la “guerra” con Javier Portillo es de los aficionados, malo sería que llegara al banquillo. Por una vez, estoy de acuerdo con sus palabras: “me baso solo en lo futbolístico. Yo lo siento mucho pero no puedo estar pendiente de lo que dice la afición”. La decisión sería dantesca si el entrenador decidiera según la grada. Una situación peliaguda porque, si hace caso a la grada, es que su duración en los banquillos será escasa y busca contentarla para que no bajen el pulgar. Mientras que ocurre y no ocurre, el entrenador ya decidirá. Supongo que también es consciente de lo que sucede en el estadio Rico Pérez cuando juega Portillo pero eso ya es decisión suya.

No nos olvidemos: los que están abajo, en el césped, sólo tienen una manera de actuar: evitar que las decisiones sean tomadas por las gradas porque, para ellos(árbitros y entrenadores) sería símbolo de debilidad. Por ello, a veces, tienen arranques de cabezonería pero que, a la larga, hay que entenderlos. Para bien o para mal. Lo de Herrero no haciendo caso de la grada es similar a lo que, por ejemplo, ocurrió con Andoni Goikoetxea y los gritos del público para poner a Álvaro Cámar en la temporada 2007/08. Llega un momento en que se volvería loco como aquel técnico de un equipo de regional que tenía que aguantar que su grada estuviera cantando “Pon a Pioto” desde el minuto 5 para, tras hacer la sustitución, escuchar “Quita a Pioto”,que nos descubrió Michael Robinson en su programa dedicado al fútbol en España.Un cachondeo que además se percibía en el terreno de juego. Por una vez, hace bien en olvidarse de guerras de la grada con un futbolista. Eso sí, el día que no convoque al jugador de Aranjuez significará que estará a un paso de la destitución.

Apunte. Colgó las botas Raúl González Blanco con mucho aplauso de la gente por su trayectoria. Decepciona que el seleccionador Vicente del Bosque no hubiera decidido convocarlo en un amistoso. Serviría para despedirse Raúl de la selección y dejar injustamente marcado por la derrota de la selección contra Irlanda del Norte en 2006.