viernes, febrero 20, 2015

Una historia que se repite


Que el Hércules C.F. como entidad no ha cambiado a lo largo de las décadas, lo estamos viendo en la actualidad. Sólo la situación mediática es totalmente diferente a la de entonces. Pero lo demás no varía: crisis económicas, deportivas e institucionales han ido trenzando la existencia herculana a lo largo de las décadas y con un lazo final en forma de “urgencias”de un balón que se aloje en las redes rivales. Ahora asistimos a la última. Por el momento, desde el punto de vista cronológico, pero no sabemos si real. El tiempo lo dirá en los próximos años.



Desde que bajó en 1942, la historia del Hércules se ha repetido a lo largo de las décadas: euforias deportivas con resultado de ascenso, descensos casi instantáneos(salvo en dos épocas, los pasos por primera división han durado entre una-1946/47,1966/67,1996/97,2010/11- y dos temporadas-1954/56,1984/1986-) y crisis galopantes por volver a la élite. Así, una de las primeras crisis se tuvieron a comienzos de los 50. Heliodoro Madrona. Luego, cada década tuvo su ración con los mismos ingredientes. Sólo la época dorada pareció librarse de eso, más lo que le sucedió desde 1982 hasta la actualidad ha sido una complicación del tradicional problema en todas sus facetas. Orgiles, Albarracín, una gestora y Aniceto Benito-desde 1988 hasta 1995- fueron los últimos presidentes como así se ha entendido, con un proceso electoral. La transformación en SAD supuso el paso que, a la larga, ha complicado la existencia en blanquiazul. Desde 1995 hasta 2015 hemos pasado por un auténtico tobogán que partía de la “Herculesmanía” tras el ascenso a 2ª en 1993 hasta la actual época depresiva en plena 2ªB. En veinte años, tres ascensos(1996,2005 y 2010) y cuatro descensos(1997,1999,2011 y 2014) pero, lo peor, una gestión que no ha sido positiva en ningún momento: Con Gestión Herculana(la empresa creada con la entrada de Antena 3 en el accionariado blanquiazul)y a la que se podría extender la responsabilidad hasta diciembre de 1999. Los fichajes de dudosa calidad y excesivo coste llevaron al equipo al segundo paso por 2ªB y al proceso concursal de febrero de 2000(por más que se le quiera añadir a Enrique Ortiz, el primer procedimiento concursal tenía la responsabilidad económica de los anteriores gestores).



El paso de Ortiz por el club no se puede calibrar de malo. Más bien, catastrófico. No hay cantera(en varias ocasiones ha sido objeto de fuga de talentos), no hay estructura de base ni de primer equipo. Lo único “perdonable” consiste en algo tan triste como que “otros directivos tampoco lo hicieron”. Así, por ejemplo, el filial del Hércules ha sido un Guadiana mucho antes de 1999. A Ortiz se le podrá achacar, con justicia, el daño inmenso al Hércules B cuando pisó Tercera División(2003/04) y que ahora mire más a 1ªRegional que a Tercera División sin que haya una causa “justa”. Otros filiales sí que han visto una situación así cuando sus jugadores eran habitualmente usado también por el primer equipo...pero no es el caso. Sobre el tema institucional, ha carecido de intención de “profesionalizar” el club y dejarse aconsejar bien sobre el intríngulis del fútbol. Mal asesorado, ha cometido errores flagrantes. Se ha movido, excesivamente, por “ramalazos”. Ejemplo de ellos fue 2003(marcha de Rodríguez y su cuerpo técnico y contratación express de Javier Subirats) y 2009(marcha de Mandiá como entrenador y contratación express de Esteban Vigo). Ambos fueron producto del despecho. Sea por enfado o por éxtasis, no ha dado estabilidad a todos los estamentos del club.Sin embargo, paradójicamente, la mayor crítica al empresario ha sido en el tema económico. Una continua carrera por gastar más de lo que se ingresaba-a lo que hay que añadir una afición y medios de comunicación alentando a la “guinda del pastel”(muy habitual en épocas anteriores a Enrique Ortiz)- ha dado con el equipo en su peor situación: un convenio complicado(y ojo, menos mal que se concedió esa carencia de dos años para deudas privadas en caso de descenso a 2ªB), una presión global al mundo del fútbol y sus deudas ha creado unos ratios que se deben cumplir y eso obliga al club(al menos, para estar más o menos saneado para dar el salto a 2ªDivisión y no se nos baje) a llevar una cuentas consecuentes. Se acabaron pues las “alegrías económicas”(albricias, ya era hora) y se debe buscar el equilibrio, situación en la que habría estado el Hércules si se hubiese gestionado bien...pero con el habitual problema de no saber encontrar ingresos atípicos.



Apunte. Para que una afición se mueva en bloque es necesario que un “Cid” se postule. Mientras que eso no ocurra, la desgana y la desilusión serán lo habitual entre la masa herculana. Otros esgrimen que, mientras Ortiz no se vaya, no aparecerán esos caballeros salvadores. Lo curioso es que ese “Cid” sólo tiene que cautivar al IVF, no necesita al anterior máximo accionista.Quizás, el problema esté ahí. Que no hay nadie capaz de convencer al IVF para que tome las acciones y le deje liderar el proyecto blanquiazul.