lunes, julio 14, 2014

El beso


No, aunque no lo parezca, no me refiero al de Judas. Fue costumbre en los últimos años que, durante las presentaciones, el jugador en cuestión, solicitado por la prensa, daba el besito de rigor en el escudo. Hace mucho tiempo atrás(década y media), hubo un joven canterano del R.C.D. Espanyol que se llamaba Joan Capdevila que, tras jugar y despuntar en el conjunto perico se fue al Atlético de Madrid a los pocos meses de subir al primer equipo...y de darle el beso a la camiseta del conjunto espanyolista. Durante unos años, la visita del lateral izquierdo al campo de su ex equipo era un tormento por las pancartas en las que se reflejaba su traición. Aunque en justicia también hay que reconocerle que no se escondió, ni evitó esos partidos. Curiosamente, el último partido como jugador perico en su primera etapa fue un aquelarre en comparación con los aplausos que se llevó el guardameta Toni...y eso que ambos iban al mismo destino: el Atlético de Madrid. El perico condenó la actitud de uno y aplaudió la de otro que dejó la primera división para jugar con el equipo espanyolista en 2ªDivisión(1993/94) y estuvo cinco años.


Los que somos de equipos modestos, de equipos “trampolines”, sabemos que el futbolista es un “profesional” que se debe a su carrera, a lo que pueda obtener de ella durante los quince -veinte años que juegan hasta que, a los 34-36 años se retiran. Sabemos, sin crueldad, que el dinero es importante para ellos, aunque aún tenga el sueño de alguno que prefiera “aprecio de la afición” a “dinero”. Porque los hay y hemos llegado a aplaudirlos en Alicante(por ejemplo, un Manolo Alfaro en 2000/01, con el equipo camino de tercera división y él en Murcia, en la categoría de plata).Sin embargo, con lo que no puedo es con esos jugadores que van dando besos al escudo, dándose golpes de pecho por el cariño al equipo donde juegan...para después irse sin más porque otro club ofrece más. Como digo, entiendo que son profesionales pero también querría que los futbolistas fueran conscientes de evitar tales actos que, personalmente, “obligan” a tener otra actitud en la vida deportiva.



Todo viene a cuento por la noticia que salía hoy en el Diario Información en la que Eldin Hadzic, criticado por algunos aficionados, quería mostrar que era más herculano que nadie, que había renovado hasta 2017 y su intención de “volver al año siguiente”. Sin embargo, la noticia podía volverse del revés: irse cedido para no jugar en 2ªB. Así, cuando dice “Por ejemplo, el año de juveniles tuve muchas ofertas pero preferí esperar a los papeles para jugar con el Hércules en la recta final de la temporada», la perspectiva que se abre es que el motivo era que el equipo en el fútbol profesional, no el Hércules. Quizás, lo más sencillo era dar una rueda de prensa, decir que preferiría crecer en otro club, agradecer el cariño de la afición, que quiere dejar las puertas abiertas a un regreso,etc.El mensaje que deja la noticia es que si el Hércules, nada propicio al ascenso al año siguiente al del descenso(cosa que no ha logrado desde 1931 y nunca hacia 2ª ni 1ª), sigue en 2ªB, tampoco regresaría...o al siguiente. Todos sabíamos que el destino de Eldin estaba fuera de Alicante desde que debutó. Sabíamos que el canterano iba a servir al Hércules del mejor modo posible: permitiendo entrar dinero en la caja-aunque, con la noticia, parece que será más “ahorro” de ficha que otra cosa- como, en su día, se logró con Kiko Femenía. Sin embargo, lo peor para el canterano ha sido el descenso a 2ªB, porque ha hecho mostrar su falta de compromiso con la entidad cuando más lo necesita. Si él se quiere ir, se entiende. Pero me parece que lo peor que puede hacer es querer vestir ese poco compromiso con una vestimenta de “soy herculano, estoy agrecido” y dar la espantada.Y lo peor será si no encuentra club al que ir cedido...



Apunte. Terminó el Mundial de Brasil con otra prórroga y el triunfo merecido de Alemania, el premio merecido de Neuer(aunque también me hubiera gustado Keylor Navas) y la cara cariacontecida de Messi al recoger su injusticado premio. Su cara le delató. Me huelo que fue un premio decidido antes del partido pero que a Leo no le hizo ni pizca de gracia.