Cuarta entrega, dedicada a 2007, en el que trataba los males que aquejaban a la 2ª división. En aquella época ya se vislumbraba cosas que, con el tiempo, se han acrecentado.
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Males económicos
Un aspecto que está afectando a esta categoría es, sin duda, el
económico. Pocos son los equipos que no tienen problemas, si bien, no es
fácil asegurar esto último. Los problemas económicos en los equipos
tienen un nexo en común: vivir por encima de sus posibilidades. Algunos
clubes se cercioran tarde y acaban metidos de lleno en una ley
concursal, recuerdo de aquella suspensión de pagos; otros se dan cuenta
de la tendencia y deciden tomar la decisión más coherente y sensata:
apretarse el “cinturón”. Los problemas económicos tienen un componente
de desgaste en varios aspectos de un club: desde el hecho de los impagos
a los jugadores hasta conflictos institucionales intentando unos hacer
la guerra por su cuenta o, a la inversa, intentar alejarse del “fuego”.
El problema de estar en una situación alejada de la realidad es que el
fútbol, que es un juego donde todos ganan, empatan o pierden, se
convierte en una especie de ruleta rusa en la que, en vez de haber una
bala en la recámara, hay varias menos una. Un ascenso para un equipo
cuidado económicamente es casi el inicio de una buena consolidación, por
el contrario, un logro alcanzado por quién se ha gastado el dinero más
de la cuenta acaba convirtiendo su pase por la primera división como
algo turbulento: la presión de la permanencia apremia a la salvación
cuanto antes mientras el estrés invade a jugadores, aficionados y
directivas a poco que las cosas no vayan bien. Si estos son los efectos
con algo agradable como el ascenso, ya se pueden imaginar qué sucede si
es el descenso de categoría.
Esta segunda división
parte con gran parte de sus componentes con problemas económicos. Lo
normal es que los equipos acaben pagando su situación económica a lo
largo de la temporada. El Hércules es, quizás, de los pocos que parece
que están por la disposición de poder gastar, si bien habrá que observar
su evolución en futuros años- Subirats, según indica el Diario
Información, ya habría recibido un toque de la directiva por el escaso
rendimiento de algunos jugadores-. Otros clubes están más graves. Un
ejemplo sería el propio Albacete Balompié que ha estado buena parte de
este año a la espera de un aval de CCM(la caja de la región manchega) y
que ahora ve como seis de sus chavales-campeones juveniles el pasado
domingo- marchan al Villareal debido a la venta de derechos de su
cantera a la entidad “grogueta”, el Xerez se encuentra en una situación
en la que tiene frenada una subvención por problemas con la seguridad
social. Otro equipo que está pagando los platos, en esta ocasión
sociales pero con la economía de por medio, es el Alavés. Otros clubes
están en la ley concursal: el Málaga,la UD Las Palmas. Otras entidades
han tenido que pasar por una travesía del desierto como es el caso del
Tenerife o del Elche quienes llevan ya adelantada una política más
coherente( si no se ingresa más, al menos que no se derroche). Lo que sí
se percibe esta situación es en las altas y las bajas donde los
fichajes son más discretos en cuanto a nombre, quizás una señal de la
tendencia de esta categoría.
Apunte Errónea ha
sido la decisión de comentar la intención de “castigar” a los jugadores.
La directiva tendría otras opciones para mostrar su descontento que el
retraso en el pago de los emolumentos de los jugadores: sería someter su
sistema de primas a una tendencia más ambiciosa que premiar por ganar
determinados partidos y demás surgidas en la sobremesa, cafelito y puro,
mediante.