lunes, noviembre 11, 2013

What if

Muchos nervios en el estadio José Rico Pérez en esta tarde del 7 de mayo de 1978. Los jugadores alicantinos y burgaleses están calentando con la preocupación de un complicado encuentro en el que ambos se jugarán la permanencia. Para los herculanos, un descenso sería doloroso cuando ya ha alcanzado su hito de cuatro años consecutivos en 1ª, cifra que logró en su primer paso por la élite; por parte castellana, está buscando la consolidación tras el ascenso de 1976. Además de la permanencia, los jugadores blanquiazules saben que cuentan con una prima de 6 millones de pesetas si logran seguir en 1ª como así les ha prometido el presidente herculano. Cuando terminan el calentamiento se dirigen al túnel de vestuarios con cierta tensión en la cara porque les espera un partido complicado que esperan encauzar bien porque son muchos los rivales que se juegan la permanencia. Desde el 12º puesto que ocupa el Real Club Deportivo Español, que suma 42 puntos, hasta el Elche C.F. ,que está en la penúltima posición con 37 puntos, hay seis equipos que se están disputando salir de la sartén. Además, el conjunto franjiverde juega en el Ramón de Carranza con el colista y se da por hecho que alcanzará la victoria pero, eso sí, necesita una carambola de órdago. La tabla está tan igualada que un gol puede dar un vuelco inmenso. Entre los seis equipos está el Real Betis con 38 puntos, el Hércules C.F.-junto al Racing de Santander- con uno más y el Burgos C.F. con dos más. Los dos entrenadores, Benito Joanet y Lucien Müller, no piensan en el empate porque una victoria bética les complicaría la vida. El conjunto de “El plantío” no lo tendría fácil porque, con unos determinados resultados, una derrota en Alicante podría condenarlo al descenso. Sí, requiere de unos resultados pero no quieren forzar la máquina. El empate, con todo, le perjudicaría más al Hércules, que podría irse al pozo, igualmente, con otros resultados. Sólo la victoria aseguraría la permanencia herculana en esta tarde de transistores.

Los jugadores comienzan a jugar con nervios porque se juega mucho en el envite. El cancerbero Navarro ataja un balón de centro de Charles. Giuliano ve que la falta que lanza desde la frontal se estampa en el larguero y se desespera.Pronto las noticias informan del gol de Juan Carlos en los Campos de Sport de El Sardinero. El Racing de Santander se coloca 1-0 y se aleja del peligro. Cierto runrun en la grada se percibe justo en el momento en que Deusto tiene que despejar, de forma apurada, un remate de Teca. Otro gol es bien recibido porque el U.D. Salamanca ha marcado el 1-0 ante un conjunto “perico” que está hecho un flan. La posesión es herculana pero el acierto es escaso. Barrios se desespera porque ve que el tiempo pasa. No hay confianza en la Real Sociedad, que está tranquila en la mitad de la tabla,y se da por hecho la victoria bética...como así ocurre cuando López marca. Si en Alicante hay preocupación, también sucede lo mismo en Cádiz, donde los franjiverdes no logran batir la portería de Santamaría ante cierto enojo de la afición ilicitana que acudió a la “Tacita de plata” y que, a la par, con la afición gaditana se dedica a llamar “mercenarios” a los jugadores locales que, descendidos, luchan con una actitud que los habría salvado si la hubieran mantenido los 33 partidos anteriores. En Alicante el drama es total. Los jugadores no logran ya acercarse a la meta de Navarro. El conjunto burgalés, atribulado al comienzo de la segunda parte ante un cuarto de hora de acoso, va cogiendo el control a medida que los nervios mojan la puntería de los jugadores blanquiazules. Verde entra en los minutos finales por Moyano, al que le pesan las piernas. Cuando el colegiado Urízar Azpitarte pita el final del encuentro, varias almohadillas caen al sufrido césped. Se ha consumado el descenso con 40 puntos como antepenúltimo mientras en el Benito Villamarín hay alegría por una salvación obtenida con sufrimiento”.

Se suele llamar “what if” a una narración contrafactual que respondería a una pregunta como “¿qué habría pasado si...?”. En esta ocasión, he querido imaginar, siguiendo la línea del artículo de hace una semana, “Numb3rs”, qué habría sucedido si la liga de tres puntos hubiera estado en vigor en aquella temporada 77/78. Está claro también que, posiblemente, se hubiera llegado a otra situación en la jornada 33ª para evitar tanto drama en la jornada última. Es curioso porque, con liga de dos puntos, el Elche C.F. ya había descendido la semana anterior pero, con los tres puntos, le habría permitido llegar “vivo” hasta la última jornada. El empate a cero que, con dos puntos salvaba a los dos equipos, ya les habría complicado la existencia con ese punto extra por victoria. He respetado en la narración contrafáctica los resultados que se dieron de verdad en esa temporada. En sí, nunca habríamos sabido qué hubiera sucedido aunque nuestro conocimiento de fútbol, como sufridos aficionados herculanos, nos diría que ese partido hubiera sido un drama a poco que los minutos pasaran y el 1-0 salvador no hubiese llegado.

Comprobando los años entre 1929 y 1995 he podido ver, a través de un simple cálculo de sumar tres puntos por victoria y el resultado sería el siguiente: el Real Madrid habría sumado tres títulos de liga de más a costa de Atlético de Madrid, Real Sociedad y Athletic de Bilbao(temporadas 65/66, 80/81 y 83/84), el F.C. Barcelona habría sumado otro a costa del Valencia C.F.(70/71). Respecto a los descensos, el Hércules sólo habría bajado en esa temporada 77/78 mientras el eterno rival, el Elche C.F., lo habría hecho en dos ocasiones(60/61 y 75/76), al igual que el conjunto periquito(45/46 y 65/66). Entre las temporadas 1987/88 y 94/95 algún equipo habría salvado el descenso y pudo haberse salvado en el play-off. Son datos curiosos, aunque nadie sabe qué habría pasado con el desarrollo de esa temporada si, de verdad, se habría aplicado esta medida que ahora va camino de la “mayoría de edad”.


Apunte. Si hay algo que se echa de menos, pero difícil de contar ahora, es esa historia de los “negativos” y “positivos” que la liga de dos puntos hacía llamativa cuando los aficionados veíamos la clasificación jornada a jornada. Poco a poco se ha ido perdiendo esa magia del fútbol patrio.