miércoles, abril 24, 2013

Máxima exigencia

Cuando el central cordobesista logró hacer un requiebro al “9” blanquiazul hubo unos pocos aplausos pero llamativos. Que Francisco Javier Portillo no sea, tras 13 goles, bien recibido por cierta parte de la grada es algo archisabido a estas alturas. Tras dieciocho partidos, su nombre sigue siendo ejemplo de división cuando es mencionado por la megafonía al anunciar el once titular. La jugada mencionada, casi al final del partido, dejó un poso de mosqueo al jugador.

Lo que es cierto es que hubo una época en la temporada en el que las críticas desaparecieron en cierta medida, se disiparon. No significaba ello que mutasen en aplausos y autos de fe pero había paz en el ambiente. Sin embargo, ese penalty “a lo Panenka” contra el Villarreal C.F. volvió a recordar viejos tiempos. Los siguientes partidos han sido frustrantes para el delantero madrileño que no marca desde el 3-1 al C.d'Esports Sabadell, hace un mes. Seis partidos en los que, además, se ha visto superado por un Braulio Nóbrega que había recuperado distancias.

Portillo está viviendo, al máximo grado, la exigencia que requiere ser delantero. Sabemos que los delanteros viven de rachas: las terribles de fallar todo lo que reciben en sus botas, las buenas de marcar con facilidad la meta local. Logró marcar en cuatro jornadas consecutivas(16ª a 19ª jornada), colaboró aquellas tres victorias caseras que comenzaron la remontada. Pero también ha tenido errores que no han ayudado a su complicada situación, que todos sabemos que viene derivada de unos ciertos hechos allá por junio. Fue el arma arrojadiza que se cargó el proyecto existente(los hechos los demuestran). El arma porque había un deseo de romperlo en mil pedazos y buscaron un objeto punzante, un jugador despedido en junio del año anterior, en 2011. Es por ello que si un delantero tiene una exigencia máxima, que es marcar goles y crear ocasiones, en Portillo se magnifica esa obligación, especialmente en el estadio José Rico Pérez.


Apunte Quizás fuera la mosca tras la oreja de Klopp, el entrenador del Borussia Dortmund, pero el tema Götze puede explicar tanto el “choteo” contra Jupp Heynckes hace una semana como la respuesta del Bayern de Munich de anunciar el fichaje del futbolista, horas antes de jugársela el Borussia contra el Real Madrid.