sábado, marzo 23, 2013

Hamlet

      No soy aficionada a escribir previas, tampoco pretendo que este artículo lo sea. Pero el Hércules, en estos últimos tiempos nos está acostumbrando a vivir auténticos dramas Shakesperianos con todos sus ingredientes: celos, odios, traiciones, alguna pequeña dosis de un amor, que generalmente acaba en tragedia… Si Shakespeare hubiera vivido en este tiempo, seguro que era del Hércules. 

      Cuando veo la situación en que se encuentra el equipo, ante su próximo partido en el Pedro Escartín, me acuerdo de la errónea famosa escena de la calavera (digo errónea, porque en realidad, la escena de la calavera, es otra, pero así queda más dramático) de Hamlet: Ser o no ser, he ahí la cuestión. 

     Porque a falta de doce jornadas, nos encontramos con que nuestras opciones de permanencia, pasan por hacer lo que no hemos conseguido, mas que en dos ocasiones, a lo largo de la temporada, es decir, conseguir los tres puntos lejos del Rico Pérez. Y lo hacemos con muchas dudas mentales, y físicas en el estado de los jugadores, y con muchas bajas, pero con mucha ilusión por parte de unos aficionados, que han llenado los autobuses que ha fletado la entidad para ir a insuflar fuerzas al equipo. 

     No hay espacio para el error. Perder, al igual que empatar, nos condena a una diferencia insalvable, física y moral, de poder conseguir sacar la cabeza. Ganar, nos catapulta a un estado de euforia, que hará ver posible la consecución del objetivo de la permanencia. 

      Mañana, más que nunca, nos jugamos el ser…y no ser…Macho Hércules