jueves, noviembre 08, 2012

Creer,creer y creer

Además del aspecto meramente estratégico(planteamientos, preparación de tácticas específicas defensivas y ofensivas, a balón parado,etc) hay momentos en que el peso psicológico sobrepasa al físico y técnico. Cuando las cosas salen mal, es la cabeza-en sentido figurado- la que se lleva la peor parte. Surgen dudas del propio rendimiento que, en ocasiones, se ven agravadas por inercias que no ayudan-por ejemplo, la jugada de Portillo que acaba en el poste-, en cada jugada se percibe el error y eso hace, unido a una situación determinada de la afición-no, nunca será culpable pero...- provoca un cierto temor a tener el esférico. Es lo que se suele llamar "quemar el balón en las botas", es decir, desde "esconderse" el jugador hasta realizar pases apresurados y sin pensar. Así me pareció en varios pases de la zaga herculana que estuvieron en un tris de ser interceptados por los jugadores del conjunto jerezano. Se junta en el equipo varios problemas: el tema físico es un handicap importante- poca gasolina en los instantes finales de los partidos-, el golpe rival de un gol no se recupera(en el momento en el que el contendiente se pone por delante es imposible la reacción) y, para colmo de males, encima tiene problemas a la hora de mantener una ventaja: las dos únicas victorias llegaron con un mismo guarismo(2-1 ante Girona, 1-2 en Sabadell) y misma línea(ponerse dos goles por delante, ver como se recortan distancias y como no se ha empatado de milagro), aparte de perder el partido ante el Castilla con un 2-0 a la media hora). Una perspectiva, pues, peligrosa.

Un problema derivado se ve en la falta de confianza mutua: el portero no confía en la defensa, la defensa se ve superada por un centro del campo que no logra filtrar el ataque rival,debilitarlo y, por último, la delantera no recibe oportunidades de gol, pero las falla si las tiene;sobre todo, esos fallos atenazan a la defensa que es consciente de que el equipo no tiene "punch"arriba. Es lo que, curiosamente, siempre ha pasado: cuando las cosas van bien, los delanteros marcan, la defensa pierde un poco el miedo a fallar y gana en confianza; cuando las cosas van mal, los delanteros no aprovechan y la zaga sabe que un error puede hacer perder, directamente, un partido.

El punto de partida comienza este domingo a las doce de la mañana. La reacción ha de salir de las botas pero también de la cabeza. Ese "creer, creer, creer" del título. Creer que lograrán aguantar los 90 minutos, creer que intentarán parar a un rival en alza-cinco victorias en competición oficial-, creer que lograrán gestar varias ocasiones para aprovechar algún resto de pólvora que no esté mojada. El domingo es un día en el que será fundamental los tres puntos, todo lo que no sea eso agravaría la situación y prolongaría los nervios para Córdoba. Aún quedan jornadas pero no es bueno pensar en eso, pues los ratios(puntos/partido) van a ser, cada vez, más exigentes.  Y ya saben, por el artículo del pasado martes(o lunes en Puerta Cero), que el esfuerzo comenzará con las ganas de ir a por cada balón desde el principio.Pero, sobre todo, impidan que haya miedo a perder(para sobreponerse) y a ganar(mantener la sangre fría, no hay motivo para pensar que el rival te va a marcar).

Apunte. Si aquí hemos escrito en apoyo a la Unión Deportiva Salamanca por sus problemas en todaslas facetas, no podemos obviar una situación similar que se está viviendo en Oviedo con su conjunto más representativo, al que no dejaron en la estacada de Tercera y ese polémico Astur C.F.. Mucho apoyo y que ojalá puedan cubrir la ampliación de capital por cerca de dos millones de euros