martes, septiembre 11, 2012

Pies de lodo

En sí, el título que hace referencia a este artículo junta dos frases que le van a la perfección, tristemente, a este Hércules C.F. 2012/13:por un lado, "un gigante con pies de barro"; por otro lado, "De aquellos polvos vienen estos lodos". En ambos casos, la relación es evidente y trágica- más cuando uno recuerda que el club blanquiazul vencía 0-2 en el Camp Nou hace dos años y ahora está en uno de los peores momentos de su historia-, crispada entre todos los que componen este club desde arriba hasta abajo. La derrota por 2-0 en Sabadell, dando una imagen patética, preocupante cuando, en unos cinco días, se visitará El Madrigal ante uno de los aspirantes más claros por el ascenso. Una derrota con excusas de trágica insistencia como la mala forma física o el estado anímico de los jugadores.

Analicemos, pues, la primera frase. Que el Hércules es un gigante con pies de barro no queda duda. Uno de sus problemas ha sido la sempiterna dificultad de infraestructuras debido a no haber aprovechado una buena gestión para lograrlas. En parte, se debe a un pensamiento constante en el presente, hasta tal punto que siempre depende de alineaciones de los astros para lograr las gestas, en definitiva, de que entre el esférico en las redes. El Hércules C.F., en 2ª, es un clásico(más de cuatro décadas, segundo tras el Real Murcia en la clasificación, además de los veinte años en 1ª), de ahí el término de "gigante". Es, pues, un término que ha ido arrastrando el Hércules C.F. a lo largo de los años.

En la segunda frase nos encontramos con la situación actual: un club que arrastra la mala planificación de aquel momento de junio en el que decidieron preferir un delantero como Portillo a un currante como Urko Vera; en el que se creó que había que cargarse unos fichajes ya decididos por el director deportivo Sergio Fernández y arrinconar al leonés; en el que se quiso mantener a un técnico sin ningún crédito entre la afición y que ya ha recibido en un par de ocasiones el célebre grito de desaprobación de la grada. Desde "arriba" se ha decidido desestabilizarlo todo y está recibiendo ahora los frutos en forma de equipo nulo, poco ambicioso, una afición indignada-mitad decidiendo no seguir siendo abonado, mitad abroncando al técnico y a cierto jugador-, un estado preocupante de crispación que amenaza con una temporada aciaga, salvo que alguien pare este carrusel de medidas absurdas y dé cordura, aunque sea a costa de rectificar todo.


Apunte. Bello detalle el hecho de incluir en el partido de la selección española sub-21 el homenaje a Dubravko Pavlicic ante sus compatriotas de Croacia. Por otra parte, los 5.300 espectadores en el estadio dejan bien claro que lo de los 6.000 herculanos que reflejaba el marcador del pasado sábado era un exceso.