martes, febrero 21, 2012

Cifras sintomáticas

Dos etapas muy complejas y casi opuestas es lo que ha vivido desde aquel partido ante el Córdoba C.F. en aquella tarde de sábado, allá por octubre. Era el último fin de semana de aquel mes y el equipo de Mandiá había hecho un pleno: seis partidos, seis victorias y se había colocado el equipo primero en la tabla con 28 puntos de 33 posibles. Por aquella época, varios insistíamos-está en foros y en este blog- que el juego no mostraba la realidad y sólo unos pocos partidos podrían considerarse merecedores de victoria. A continuación, la derrota en el estadio de Montilivi abría una racha que nos ha llevado a esa sexta posición, a dos puntos del conjunto blanquiverde. Una trayectoria de catorce encuentros...y catorce puntos sumados. Un periplo de tres meses en el que las dudas han aflorado, donde la suerte-fiel compañera en A Coruña, Sabadell, Tarragona o Villarreal- comenzó a ser esquiva desde aquella derrota(penalty injusto pero también el hecho de que las ocasiones más peligrosas herculanas vienen de las botas de defensas locales), que continuó con la derrota ante el Real Murcia casi al final del encuentro. Hablar de cifras duele: 17º puesto si sumamos los resultados de noviembre, diciembre, enero y lo que llevamos de febrero, con rivales que han recortado distancias mientras otros se alejan. Cuatro victorias, dos empates(llegados de forma consecutiva en las dos primeras semanas de diciembre) y ocho derrotas. Un punto por encima del Nàstic, dos por encima del Guadalajara y nueve menos que, por ejemplo, el Recreativo de Huelva.

¿Cómo hemos llegado aquí? Hay un grupo de aficionados que recalca que se ha perdido la solidez defensiva de aquella época. Cierto, pero habría que ver si se ha perdido por la falta de intensidad en el juego. Se puede presionar un poco más arriba sin tener que renunciar a tener opciones de gol. En aquellas jornadas, la solidez tampoco fue tal:¿recuerdan las ocasiones del R.C. Deportivo de la Coruña en Riazor?¿las ocasiones que tuvo el Sabadell? En pocos encuentros las ocasiones rivales fueron menos que las tenidas por el Hércules. La efectividad y la buena estrella de Falcón y de la delantera permitieron sumar una buena renta que, bienvenida sea. También se piensa que las críticas hicieron que Mandiá fuera un poco más al ataque y perder la solidez. En sí, fue tímido pues nada cambió en los once que sacaba el entrenador lucense. Se recuerda gratamente el empate en Almería donde sí que se mostró como un candidato a jugar la promoción con garantías o el empuje por el empate ante el Real Valladolid. Es más, aquel 0-2 que se repetía como dos semanas antes contra el eterno rival del herculanismo como es el Elche CF. Aquellos encuentros demostraron que la mala suerte(¿recuerdan el 0-1 ante los pucelanos que llega por desafortunado resbalón de Falcón?), con lo que era necesario esforzarse para marcar y mostrar una ambición y mayor presencia en el área rival. Con todo, tuvo que llegar el desastre de Jerez de la Frontera para romper el trivote(que recuerden suma 8 puntos de 27 posibles para dejar claro que no había sido la respuesta a la crisis deportiva) y mejorar en el juego. Así llegó, aunque sea con un rival "fácil" la victoria por 2-0(que no se había ganado de más de un gol desde el primer partido de Liga en el Rico Pérez), por 0-3 en Cartagena y con la sensación de pensar que la derrota ante el Villarreal pudo no haber ocurrido de haber estado acertado con las variadas ocasiones de gol en la primera parte. Derrotas, las dos últimas en Alicante, que llegan también por decisiones erradas, extrañas en quien había buscado la solidez en el centro del campo y que se decantaban por perder espacio en donde se ganan partidos(una cosa es poner tres jugadores...y otra es quitar a uno de los dos para poner a un jugador desubicado. Las dos últimas derrotas, dolorosas por el modo en que llegan amenazan con crear un ambiente terrible si no se cambia la actitud en el Mini Estadi. ¿Cómo se soluciona? Primero con intención de esfuerzo por parte de todos-jugadores y cuerpo técnico- en entrenamientos y en el partido-, con un mayor trabajo estratégico porque la segunda división en muchos encuentros se define por jugadas a balón parado, preparar variables de juego-sí, es de Perogrullo, pero es que parece que en el Hércules no se entrenan porque cualquier variación que se haga a lo largo del encuentro desestabiliza más el equipo- y tener ideas claras porque, a estas alturas, la mayoría de rivales ya están jugando con sus mecanismos ya memorizados. Y eso sin querer pensar que quieren acabar con el entrenador como algunos de ellos ya hicieron con el entrenador de la temporada pasada a base de no reaccionar ante el desastre.

Apunte Se une Bánega a una serie de jugadores que contarán que tuvieron lesiones de lo más dispares. Fuera de un terreno de juego, duele más tenerlas porque, además, arrastran un reguero de comentarios y hemerotecas varias para recopilatorios. Aquí tenemos una relación que aparece por internet. Como ven, en la red se recuerdan lesiones que se han quedado en la memoria. La fractura que ha sufrido el argentino pasa a la historia de los pequeños desastres "domésticos" que se recordarán con la siguiente "víctima".