martes, enero 17, 2012

Gratos recuerdos

La presencia de Quique Hernández en el banquillo del conjunto que visita el estadio Rico Pérez-unido al de Moisés como segundo entrenador- aporta ese plus emotivo para el partido del sábado próximo. El técnico de Anna atrae el recuerdo grato de un ascenso como el de 1993, de una gran temporada pero sin éxito final y, por último, ese 2-3 en el Camp Nou que supuso la primera victoria herculana en dicho feudo; aunque se venció en la última ocasión, aquella victoria siempre se considera más emotiva. Pero hay algo que sobrepasa a todos los números que, a continuación se mencionarán: un juego bonito, ofensivo y con gran lectura del partido. Sólo el final fue injusto con este entrenador al que, desde "arriba" se le puso la mirilla y se le acabó boicoteando hasta cesarlo.


Llegó Quique Hernández de la mano de Aniceto Benito en 1992. Ya lo tuvo el presidente herculano cuando ejercía el mismo cargo en el Club Deportivo Benidorm. Prácticamente, su única irrupción en el fútbol de plata fue entrenar al conjunto del Nuevo Castalia en la temporada anterior a su llegada a Alicante mientras, lo demás en su palmarés, era haber entrenado a varios equipos de la comunidad valenciana de 2ªB y Tercera División. Estuvo en el banquillo herculano dos temporadas consecutivas completas, hito que no conseguía entrenador alguno desde una década antes(Koldo Aguirre). En la primera temporada se logró el ascenso a 2ªB que la entidad llevaba persiguiendo un lustro. Y eso que en el sorteo nada apuntaba a tal éxito con una Unión Deportiva Las Palmas en el grupo. Aquel Hércules de los Falagán, Rodríguez, López, Parra,Paquito, Paco Luna,Torres o Luismi sigue siendo, para los herculanos que estamos en la treintena, como uno de los primeros gratos recuerdos de buen fútbol y goles, sobre todo, los del sanluqueño Eduardo Rodríguez. En aquella ocasión, cualquier falta en la frontal o cualquier remate era para tener fe en este "9". Su marcha, tras un inicio explosivo en las primeras jornadas, aún deja dudas sobre qué hubiera sido de aquel Hércules 1993/94. Aunque no hubo ese festival de goles, el equipo cumplió en aquel año del regreso a la 2ªDivisión y, por momentos, pareció que accedería a la promoción de ascenso a 1ª. No volvió hasta la temporada 96/97, tras el cese de Ivan Brzic. No logró evitar el descenso aunque, por momentos, hubo alguna esperanza de milagro(sobre todo aquella victoria en el Camp Nou-aquella remontada de dos a cero y los tres goles blanquiazules que dieron la vuelta al marcador...y al mundo- y, en la semana siguiente, ante un Real Valladolid que buscaba la UEFA). Repitió gesta ante el club culé, venciéndole por segunda vez remontando la desventaja, pero el descenso ya estaba firmado. En la siguiente temporada, estuvo ocho jornadas más en el banquillo pero se vio que fue un error y no por él. Su marcha, irónicamente, precedió a la de Aniceto Benito como presidente del Consejo de Administración pocas semanas más tarde.


Estos son los números que han hecho que este entrenador haya logrado que siga siendo grato recordarlo por su buen juego y por esa apuesta, normalmente, por ir a ganar partidos y, sobre todo, muy recordado por leer bien los partidos.


Apunte Si Gilvan no llegase a tiempo para vestir la camiseta blanquiazul(y si lo hace), ¿se imaginan qué pasaría si un gol suyo supusiera la derrota del Hércules CF? Ya hace dos años la hizo gorda con aquellos dos goles y, desde entonces, ha sido objeto de atención del cuerpo técnico que ya quiso ficharlo en verano.