martes, agosto 23, 2011

Recuerdos de la última huelga

Esta será la quinta ocasión en la que los futbolistas digan basta y paren de jugar. En las otras ocasiones, los efectos habían sido limitados, a lo sumo dos jornadas como las que se han anunciado en esta ocasión e, incluso, en la 81/82 tuvo dos parones aunque el último menos afortunado para la nacida AFE. Desde 1979 hasta 1984 habíamos visto los anteriores cuatro conflictos, con lo que hace 27 años desde la última vez. Ciertamente, el año pasado se estuvo a punto de otra huelga pero se evitó. Con un convenio que daba a su fin con el ejercicio 2010/11 y que fue denunciado por la LFP para evitar su renovación por otros tres años, era de esperar que acabara en un conflicto que se ha desarrollado previamente en entre sitio.






En esta ocasión, tras enumerar los casos en los que se alternó la ausencia de fútbol con la alineación de jugadores del fútbol-base, recordaremos esa temporada 1984/85 que fue la última ocasión en que se paró el fútbol durante dos semanas, jugándose la primera con gente del fútbol -base mientras la tercera jornada encontró hueco en un miércoles festivo por Todos los Santos.




La primera huelga llegaría en la temporada 1978/79 sin afectar al desarrollo deportivo; la segunda y tercera llegaron, como comenté antes, en la 81/82, se retrasó hasta el 19 de septiembre y, en la segunda ocasión, hacia el final de la competición pero con escaso éxito. Ver las noticias de entonces y las actuales apenas se diferencian.




En la temporada 1984/85, con el Hércules recién ascendido a 1ª División, se comenzaba a barruntarse a finales de agosto que se iba a la huelga. Lo anecdótico fue que se respetó la primera jornada de aquella Liga, quizás porque se tardó en convocar la huelga, quizás porque había un Real Madrid-F.C. Barcelona en la jornada inaugural. Durante esa semana previa a la huelga, los comentarios iban en la línea actual: los jugadores recordando los problemas económicos de cobro por parte de los clubes y los directivos apelando al sentido común y al perjudicado de turno, el aficionado. Se pasó de una huelga indefinida a una posible paz que no llegó a concretarse. Es más, desde los clubes grandes se rozó incluso la opción de hacer un lock-out y amenazar a los futbolistas con privarlos de disputar competición internacional. Finalmente, entre los clubes se fue adoptando la idea de sacar juveniles-incluso los jugadores de los filiales eran convencidos por sus compañeros de primer equipo- en la segunda jornada aunque seguían habiendo dudas entre todas las partes: clubes sobre sus jugadores, sean del primer equipo o juveniles, jugadores y una afición espantada que no quiso formar parte de este circo. Finalmente, se disputó toda la jornada al completo.con varias anécdotas.






A bote pronto, la mala suerte provocó que esta situación conflictiva amargara el Hércules-Elche, un duelo con el que se esperaba recuperar esos duelos de la década de los 70. Finalmente, los juveniles más algún que otros joven profesional disputaron un encuentro carente del entusiasmo esperado. El triunfo herculano(1-0), gol de Ramos, fue lo único positivo de un "match" que comenzaba con retraso, que no estuvo a la altura de lo esperado y que tuvo, como curioso, la intervención de Parra, Moreno Yuste,Antón, Puncho en el primer equipo, algunos de ellos disputaron minutos a lo largo de esa temporada.






La huelga siguió una semana más donde el enconamiento ya era absoluto entre la AFE y los clubes y en el que el Director General de Trabajo emitía un dictamen, al miércoles siguiente en el que aceptaba que fue abusivo alinear a los jugadores del fútbol-base pero daba la razón a los clubes en la medida disuasoria de impedir entrenar a los jugadores en sus instalaciones