domingo, octubre 24, 2010

Un empate que sabe a poco

En esta competición de tres puntos, un empate a última hora acaba dando cierto regusto amargo porque has estado paladeando los tres puntos durante un largo tiempo. A esa circunstancia se añadía la importancia de sumar tres puntos antes de jugar con esa apisonadora llamada Real Madrid(16 goles en los últimos tres partidos de liga) el próximo sábado. El empate del UD Almería y que salvó el cuello de Lillo(por lo que cuentan en Almería, aún así ha habido reunión del presidente pero, en resumidas cuentas, el empate y jugar en copa ha salvado al tolosarra) recuerda a aquel que logró el Hércules en la 96/97 a costa del propio Juan Manuel Lillo cuando entrenaba al Real Oviedo; catorce años después(incluso, la octava jornada de Liga), esos dos puntos que perdieron los carbayones por el empuje herculano desde la grada se ha repetido, pero en nuestro perjuicio. Cosas del destino. Ciertamente, el empate fue el resultado más justo para los méritos de unos y otros pero, se quiera o no, se contaba con esos tres puntos que hubieran colocado al equipo en la absoluta zona media y alejándose de algunos de sus rivales. Aunque la clasificación nos augura una semana complicada(a dos puntos del descenso), la realidad es que, tras el Real Madrid, llega un calendario más acorde a la calidad del equipo, menos exigente dentro de lo que es la élite pero que muerde igualmente a poco que no se esté atinado.

El encuentro se disputó con unas premisas casi habituales: un comienzo arrollador por parte local, necesitada de los puntos mientras el Hércules CF se iba acomodando al terreno de juego con una alineación en la que destacaba la intervención de Thomert, la ausencia de Fritzler debido a los tres partidos de competición de esta semana...para tres mediocentros que hay. Incluso, Calatayud se vio forzado a realizar alguna que otra intervención de mérito pero el partido se fue equilibrando con el paso de la primera parte, además del gol que salvó Cortés sobre la línea de gol. Algo negativo a destacar fue la lesión de Abraham Paz y el debut de Sergio Rodríguez en esta temporada. El conjunto de Esteban Vigo se fue, poco a poco, haciéndose con el control del esférico y distanciándose las ocasiones locales. Más por banda derecha que por la izquierda, el Hércules fue creando peligro potencial(forzando saques de esquina) hasta lograr el 0-1 en una jugada en la que Rufete sirvió a Nelson Valdez para que éste colocara al conjunto alicantino por delante...e igualando a Trézéguet en esa pugna por el gol que tienen los dos fichajes estrellas de esta temporada. Con una bronca terminaba la primera parte, el ambiente estaba ya enrarecido. La segunda parte siguió la misma línea, quizás más ansiosa por la búsqueda de ese empate salvador para el conjunto andaluz. Sea por Piatti o por Crusat, el esfuerzo se quedaba en nada ante la meta de Calatayud. Es más, fue un período de tiempo en el que el fútbol se rompió y era tan probable el empate local como el 0-2. Portillo tuvo la ocasión más clara al disparar y Alves evitaba que el balón entrara con los guantes. Esteban sacó los interiores titulares(Rufete y Thomert) y buscó más profundidad con Sendoa y, sobre todo, Kiko Femenía mas el acierto fue local con la salida al campo de Ulloa que, a la postre, en una serie de retruques, acabó colocando el balón en la red. Aún quedaba un poco de tiempo para crear incertidumbres sobre una posible remontada completada por parte local pero las fuerzas ya se habían terminado por ambos onces y el punto se acabó dando por bueno.


Apunte Astore volvió durante unos minutos a tener protagonismo en esta temporada en primera división. Durante unos minutos, por el sol acuciante de Almería, Juan Calatayud contó con una gorra que le tapara los molestos rayos cuando tenía que despejar. La gorra en cuestión tenía el logo de Astore de la temporada pasada. Algo anecdótico pero que no extraña en este club.