viernes, abril 30, 2010

La virtud de la paciencia

Ya lo decía Shakespeare “La paciencia es la virtud de los sabios” y, efectivamente, siete semanas han tenido que pasar para ver como la dichosa bolita entraba, y esta vez sin la ayuda de ningún jugador contrario, aunque sí con un “empujoncito “ del entrenador charro, al que condenó la decisión, siempre errónea, de hacer un cambio durante una jugada de estrategia, porque las consecuencias de esa decisión suelen ser equiparables a la que pudimos ver el pasado domingo: un fallo en la marca y gol.

Pero la jugada decisiva fue ese penalti de carambola, un segundo gol y tres expulsados..(y bien expulsados que estaban) ..el resto del partido transcurrió a favor de obra, como era de esperar en esas circunstancias. Si ya lo decía yo (y me van a permitir que saque pecho) que era entrar uno y los demás iban seguidos...lo que no me imaginaba, que tanto, qué caprichoso es el deporte.

Hay que recalcar que fue un partido de novedades, puesto que Paco Peña volvía a reaparecer en el Rico Pérez después de su lesión, y lo cierto es que su presencia se ha notado de forma positiva, en aras a recuperar la solidez defensiva, circunstancia que ya se notó el día del Numancia, y que vino a confirmarse el pasado domingo, si bien es cierto que el Salamanca, sólo ofreció peligro a balón parado, a este paso, le voy a tener que dar la razón a mi churri cuando dice que el líder de este equipo, no es Farinós, ni Tote; sino Paco Peña. Otra de las novedades es que Boquerón alineó de inicio a Tote, Danciulescu y Delibasic, en una reedición del famoso 4-1-4-1, que tan bien parece irle al Hércules, sería bueno ir recuperando a la “Doble D” , aunque para el partido de Valencia será complicado, pues Danciulescu fue sancionado y debería cumplir ciclo..que esa es otra, porque amonestados tenemos a 9 jugadores, (Danciu ya ha caído) que tendrán que ir dosificándose para que coincidan las menos bajas por sanción posible por partido, por este motivo.

Pero el auténtico valor de ese partido, reside en que el Hércules necesitaba ganar, y necesitaba ganar bien, sin sobresaltos, para poder recuperar la confianza perdida durante estas jornadas tan aciagas, y así poder afrontar el trascendental partido contra el Levante de esta semana, al menos sin ansiedad con la que se han jugado estas últimas semanas, es cierto, que el viaje a Valencia es complicado, pero si el equipo termina de entonarse y sacar un resultado positivo, aunque sea un empate, podríamos ya dar carpetazo de una vez por todas a estas sensaciones tan extrañas que nos ha dejado esta travesía en el desierto. Me gustó mucho el ambiente del estadio el pasado domingo, y creo que debemos seguir apoyando al equipo pase lo que pase esta semana, tal y como lo hemos hecho hasta ahora.