domingo, diciembre 13, 2009

Un triunfo corto

Fue un 2-0 pero pudo ser una goleada considerable ya que el marco o el propio cancerbero evitaron que el marcador reflejara un resultado en consonancia con el juego mostrado entre un equipo que sabe que su fuente de puntos era el Rico Pérez y otro temeroso que colocó a Gerard en el banquillo o a un romo Peragón en vez de Kiko Ratón-buen recibimiento que duró poco, lo que tardó en entrar a Farinós- en la punta de lanza. El resultado fue un Girona que sólo daba peligro en las jugadas a balón parado mientras el Hércules se acercaba a la meta defendida por Mallo con cierto peligro. Así, a los seis minutos, Tiago lanzó desde 25 metros un esférico que golpeó el larguero. El Hércules comenzó a realizar su juego que no destaca por ser explosivo sino "envolvente", "machacón" hasta que "la lata se abre". En una jugada de Delibasic que entra hasta la cocina y envía atrás para que Danciulescu marcase el primer tanto blanquiazul de la tarde. Con una defensa difícil de superar, un centro del campo sólido, el juego que desplegaba el Hércules iba obligando al club gerundense a echarse atrás. El gol del rumano hizo que se lanzaran a por el empate pero sin peligro aparente pero, al menos, los sacaba por obligación.

La segunda parte tuvo dos secciones bien diferentes, la primera donde el dominio aparente era del equipo visitante-eso sí, Calatayud pasó casi inadvertido-hasta que se produjeron los dos cambios y se daba más aire con la presencia de los clones Cristian y Kiko Femenía que aportaron el peligro perdido por el excesivo trabajo de Danciulescu y el siempre sacrificado pero, a veces poco afortunado, Rufete. El peligro empezó a rondar con peligro la meta catalana otra vez con insistencia para cortar todo riesgo de susto al final del encuentro. Delibasic tuvo dos ocasiones destacables como una vaselina ante la salida del portero Dani Mallo. En otro ataque, su disparo salió cruzado por poco. Los contraataques herculanos eran sinónimo evidente de ocasión de gol mientras los rojiblancos se las veían y deseaban para acercarse a las inmediaciones locales- Brian Sarmiento fue de los pocos que buscó crear peligro- pero entre los centrales inexpugnables y unos laterales que ayer buscaron también la proyección ofensiva. A falta de ocho minutos, Kiko Femenía hizo el 2-0 tras un contraataque que llevó el sólo hasta el final, el lateral se vio superado y sin reacción ante la carrera del dianense que batió a Mallo y tirándose en el césped para celebrar su primer gol como profesional. Con el marcador a favor hasta el punto de no tener que sufrir en los instantes finales, se fue pasando el tiempo sin más hechos que destacar que la tarjeta amarilla de Kiko Ratón en una entrada a Farinós tras una jugada en la que el valenciano le superó y le bailó o una entrada en la que se enzarzaron el propio Farinós y Sarmiento. Con el pitido final, enésimo aplauso a un equipo que está marcando unos números esperanzadores.

Apunte Este Hércules no tendrá un delantero de 25 goles pero tiene cuatro o cinco que aportan además recursos diferentes que hacen de este equipo, un conjunto serio que, desde la fortaleza defensiva, va golpeando hasta lograr abrir el resultado. Cuando este equipo rompa su maleficio a domicilio puede crear unas expectativas mayores.