martes, diciembre 29, 2009

2009: Peligro en el Rico Pérez

El año 2007 destacó por la doble alegría que suponía la recompra del estadio y los proyectos que fueron presentados en la sala de prensa; el 2008 fue el de la indiferencia burocrática y el inicio de las sospechas sobre la remodelación del estadio; el 2009 fue el de la inquietud por la integridad física. Si anteayer hablamos de unos días de junio turbulentos en relación al aspecto deportivo, el mes de protagonismo del Rico Pérez fue el de septiembre aunque se extendió durante un tiempo más. Pero para llegar a septiembre, al último cuatrimestre del año, quisiera resaltar que 2009 parecía seguir los pasos de 2008 con modificaciones, críticas al proyecto, etc.





Así, enero empezaba con críticas de los comerciantes y oposición de esta ciudad al proyecto mixto que ambicionaba Enrique Ortiz-en el que se unía el de Lamela y N6-Subarquitectura- y en el que destacaba ese centro comercial que debería proporcionar las rentas para su remodelación. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, estaba al tanto del proyecto y del interés del club por ser sede posible en un hipotético Mundial en España. Tres meses después valoraba de forma seria las opciones del Rico Pérez. Por aquel entonces, se daban noticias grandilocuentes pero una muy humana se metía entre el resto: el hijo del ex presidente José Rico Pérez estaba en el proyecto de remodelación del estadio que llevaba el nombre de su padre.

En abril, el Ayuntamiento echaba para atrás el ambicioso proyecto y ponía en dudas el equipamiento comercial aduciendo la necesidad de un estudio de mercado que valorara el impacto sobre la zona.El camino se estaba haciendo tortuoso y la primera división amenazaba por el gran papel que llevaba el conjunto de Mandiá.

Uno de los pocos momentos buenos se vivió el día del partido ante el CD Tenerife. Aunque se repitió la experiencia ante el Real C. Celta de Vigo, aquel encuentro ante los canarios tuvo una afluencia masiva en todas las gradas del estadio, incluido la grada del Mundial-gracias a la promoción del vino Larentia más entradas y por la compra de posavasos- convirtiendo aquel partido en una fiesta que tuvo, posteriormente, efectos colaterales sobre futuras aperturas de esa grada y que se percibió en el ambiente de la ciudad. Así, la alcaldesa de Alicante no dudó en catalogar la importancia de un estadio aunque tuviera un centro comercial...mientras los comerciantes seguían alegando exceso de zonas comerciales. No subir desaceleró el ritmo sobre el estadio Rico Pérez pues no había urgencias por acomodarlo a la élite.

Otro frente que había surgido era con el Alicante CF. Debido a determinadas deudas del club presidido por Juan Antonio Iniesta con el propietario del estadio y, sobre todo, a la situación económica del club alicantinista, el tema del Rico Pérez había cogido otro cariz en el que se mezclaba las urgencias de percibir los poco más de tres millones destinados al Alicante CF por venta del estadio, la posterior licitación urgente de las obras del campo de Villafranqueza,etc.. En Julio, tras un problema con el Hércules por el uso de letras como endoso y que acabaron siendo impagadas, Alicante CF y Hércules CF se enzarzaron en disputas, entre las que destacaba la amenaza de no dejar jugar al Alicante en el Rico Pérez, lo cual era imposible según el convenio. El Ayuntamiento tuvo que entrar a frenar el ambiente tenso mediante el uso de un mediador.

Así iba pasando el año hasta que llegó el 8 de septiembre: aquel día, la alcaldesa sugería que el emplazamiento del estadio del Hércules fuera a Rabassa, junto al IKEA previsto en el plan. En unos días, ante el revuelo ocasionado, pasa de comentar ese plan a decir que era para recuperar el debate sobre el estado del estadio. En un mes, se habla de demoler el estadio Rico Pérez a volverlo a hacer municipal...¡hasta un pabellón!, de que no hayan dos centros comerciales en menos de un kilómetro(serían más), de plusvalías para mejorar el estadio para darle opciones de ser sede de un mundial pero, sobre todo, de esos famosos 4,2 millones de euros para llevar a cabo la remodelación que es, más o menos, el 70% de lo que, en su día, Florentino Regalado consideraba como mínimo para adecentar el estadio.


Y de repente llegaron los sustos en forma de pedazos de hormigón que fueron cayendo el día del Cádiz o el día del Huesca y que tuvieron su particular "traca" en un encuentro del Alicante CF ante el CF Badalona a mitad de noviembre, cuando se unieron varios incidentes de considerable peligro que hacían urgente la reparación del estadio para evitar que ocurriera un accidente de funestas consecuencias. Por ello, a los pocos días, la alcaldesa se reunía con el jefe de la oposición, Roque Moreno, y con representantes del Hércules(Valentín Botella, Enrique Ortiz o Huerga) para dar inicio a una serie de reuniones para resolver el tema del estadio. Por último, se presentaría hoy una memoria de actuaciones de tal envergadura que se lamenta no haber aprovechado el momento.