viernes, febrero 27, 2009

Etapas de montaña

Reconozco que el ciclismo no es uno de los deportes que haya conseguido captar mi atención, tan solo en la época de esplendor de Indurain, y antes un poco con Perico Delgado, llegué a interesarme por seguir las grandes rondas...si, si....lo sé, alguien puede llamarme oportunista..pero diré en mi descargo que ahora tenemos a Contador, y tampoco he conseguido engancharme. Pero alguna enseñanza me ha quedado como, por ejemplo, que las grandes rondas se deciden en su mayoría en las etapas de montaña, y se rematan en las contrarrelojes.
La montaña selecciona a los corredores que van a jugarse el triunfo final, y marca las ventajas con las que van a contar a la hora de enfrentarse a la contrarreloj final y definitiva. La montaña es estrategia. Un ataque demasiado temprano te puede llevar a una escapada triunfal, o a un desgaste inútil y letal. La montaña te obliga a marcar a tus rivales, a calcular tus fuerzas ..y las de los demás, y a elegir el momento en el que quieres atacar, casi te obliga también a calcular en qué momento te puede dar una “pájara” y que ésta no suponga demasiado perjuicio.
El Hércules ha superado con éxito rotundo su paso por el primer compromiso serio de esta segunda vuelta. Dieciocho años sin ganar en San Sebastián es mucho tiempo, pero esos son maleficios que más tarde o más temprano acaban cayendo (y si no que se lo digan al Espanyol, que esta semana también ha tenido su milagro). El Hércules quiere hacer algo grande este año (y no es que no lo esté haciendo ya) y, para eso, debe puntuar frente a los grandes, y esta semana lo ha hecho a lo grande (valga la redundancia). Tres puntos de oro para alejar a un rival directo, y para hacernos soñar con que todo es posible.
El partido de la próxima semana contra Las Palmas es un falso llano antes de abordar la etapa reina contra el Zaragoza, hay que estar alerta, no relajarse y conseguir la victoria, pero este viaje no lo puede hacer sólo el equipo y el aficionado debe insuflar todo el ánimo que sea capaz de dar, así que por mucho que masacren las retransmisiones televisivas, se ha de acudir al estadio a darle ese calor a los jugadores, así que el sábado todo el mundo al Rico Pérez