martes, octubre 07, 2008

Baile de cifras

Aunque me cuenten sobre “datos sin escapatoria”, lo del Rico Pérez y las afluencias siempre ha sido un tema que parece tabú. Me parecen extravagantes unas cifras inferiores de lo que son a simple vista. Puede que esté perdiendo la perspectiva del estadio, puede que al estar viendo más gente de lo habitual crea que haya más gente o es que, sencillamente, en su día las cifras dadas no eran las correctas y eran menores. Es un asunto que me interesa desde del ascenso de 1996 cuando recuerdo aquellos poco más de dieciséis mil personas que vieron aquella gloriosa tarde ante el Eibar tras el ascenso en Badajoz mientras que las imágenes mostraban un ambiente mucho más espectacular, quizás más que aquellos catorce mil ante el Conquense cuando la directiva daba cuatro entradas por abonado en la 2001/02. Aquellas cifras tras el ascenso me parecían escasas para lo que se veía en el estadio (no olvidemos, con la grada mundialista abierta). En estas dos semanas ante la Real Sociedad y Real Zaragoza se ha vuelto a vivir esas dudas entre los 9532 espectadores(o 9352, ahora no me acuerdo) que salía en el marcador y las sensaciones de que había más. También es cierto que no es lo mismo la imagen desde lejos(por ejemplo desde la tribuna alta hacia la grade preferente) que sobre la misma grada en la que se está pues, en este caso, puedes percibir más los huecos.

Aparte del baile de cifras, en esta ocasión se está viviendo algo inusual casi desde el ascenso de hace tres años: la brillante calidad de la afición; es decir, al incremento cuantitativo de aficionados se une el cualitativo del apoyo. Los encuentros ante donostiarras y zaragozanos fueron una victoria de la afición (el día del Rayo seguramente se merece elogios pero estos dos encuentros son determinantes). Empezando por el fondo norte, que recupera el ambiente extinto de Las Banderas, ha llevado la voz cantante y arrastrando al resto de gradas. Desde aquí un aplauso al fondo norte de alguien que, en su día, criticó tanto la actitud contra Goiko como los gritos de 2ªB a los rivales. Con un ánimo positivo cantan y llevan al equipo en volandas; el hecho de que el once herculano responda a estos ánimos facilita que el resto de gradas se unan y logren un efecto espectacular en el que acabe sin importar si somos seis, nueve o doce mil los que estamos en el estadio. La única pega es que están logrando que deseemos que el tiempo corra hasta que volvamos al Rico Pérez a animar y vivir tardes como la de la Real Sociedad o ante el Real Zaragoza.


Apunte Quizás por un error de visión y percepción del pasado reciente coloqué en el artículo del domingo el sambenito de fallar dos tiros cruzados a Tuni cuando correspondían a Sendoa. Entre la nueva ubicación del vasco y que Tuni había fallado ocasiones similares por cruzar mucho el balón, creí que fue el balear el que había errado De todos modos, los dos jugadores como el resto de compañeros jugaron muy bien ese encuentro.