martes, abril 22, 2008

Actitudes

A veces se comprueba que un viaje largo también sirve para concienciar a determinadas personas sobre hechos de un reciente pasado. El largo regreso desde tierras gallegas sirvió para que el propio técnico y varios jugadores reconociesen que el juego realizado en Balaidos fue muy triste en un aspecto fundamental: la actitud. Porque un equipo puede estar acertado o desacertado, que sus ocasiones de gol se estrellen en el palo o una defensa rival organizada, que el rival no ha tenido opción pero lo que no se debe permitir es verlas venir. Apenas dos ocasiones, una por cada parte, fue el escaso bagaje ante un rival al que muchos veíamos que, de apretarle las tuercas, se le hubiera sacado más provecho. La falta de mordiente es peligrosa y bueno sería saber cómo resolver este problema que provoca ciertos nervios cuando no se ve avanzar. Esa falta de actitud se percibe en algunos jugadores y cuyos nombres van de boca en boca entre los aficionados con lo que no es necesario indicarlos… o mejor, sí nombrar a los que no merecen ser tildados como “mercenarios”: Unai Alba, Diego Jaume(sin estar afortunado), Sergio Fernández, Farinós, Sendoa o Ion Vélez.

Decía David Vidal, entrenador del Elche CF y veterano en estas lides del banquillo, en una entrevista en el diario AS que realizar un saque inicial de centro hacia delante y crear una ocasión sirve para dar un mensaje al rival y a la grada:”Tengo hambre de ganar”. Muy buena razón tiene el técnico gallego en que esa actitud tan activa y visible ayuda a que la pescadilla se muerda la cola y bien: sales con mordiente, tienes ocasiones, la afición anima; por el contrario, verlas venir, permitir que el rival coja fácil el ritmo y las oportunidades y verás como la grada está callada o silbando. Cualquier afición asume, dentro de lo posible, la falta de aptitud pero no la de actitud; puede aceptar que un jugador no sea constante en su juego pero sí le exigirá que, a cambio, muestre ganas de vencer y luchar por cada uno de los balones que lleguen a su entorno, ofrecerse al compañero, etc. Todo ello quizás suene a demagogia pero el fútbol está así formado y se premia más el esfuerzo que la técnica…aunque el mayor deseo es que el talento esté ligado a la garra.

Apunte De nuevo habrá que escribir sobre los “estrellados” -futbolistas desafortunados que no tiene la suerte de cara- que este deporte, de tanto en tanto, nos muestra. El domingo pasado se lesionó Redondo, un lateral del filial sevillista, en un lance sin suerte. El jugador, que volvía tras una lesión de ligamentos, sufría una fractura de tibia y peroné que llevan, más o menos, el mismo tiempo de recuperación.