viernes, febrero 22, 2008

Maldiciones

Sucede muchas veces que, en un partido de baloncesto, cuando un jugador va a lanzar un tiro libre, al comentarista de turno no se le ocurre otra cosa, que comentar el gran acierto que tiene ese jugador en esa disciplina y, claro, decir esas cosas trae como consecuencia que el jugador falle su lanzamiento. Obviamente, en el caso del partido del Tenerife nadie iba a lanzar un tiro libre, puesto que hacerlo habría supuesto casi la roja directa, pero sí es cierto que se daban una serie de circunstancias de las que sólo se pueden comentar una vez finalizado el partido, para no gafar el asunto. Así por ejemplo, se daba la circunstancia de que el Tenerife nunca ha ganado en el Rico Pérez, como tampoco lo ha hecho su entrenador con todos los equipos que ha entrenado. Del mismo modo, el ex -ilicitano Nino, tampoco ha conseguido marcar en este estadio. Claro, estas son cosas que se pueden decir ahora ya que, visto el partido, el Tenerife estuvo a punto de ganar aquí, al igual que su entrenador, y sólo la mala suerte impidió que Nino marcara su gol después de haber gozado de ocasiones para ello, lo cual viene a engrandecer la leyenda.
Aún quedan más historias para no dormir de este estilo, pero haciendo honor a mis palabras, hasta que no pase el evento en cuestión, será mejor no hablar, aunque ustedes sabrán con creces a qué me estoy refiriendo..shhhhh, ya hablaremos, ya.
Lo cierto, es que el partido fue de empate, pero el Hércules sacó el coraje de las grandes ocasiones y logró sobreponerse al empate del Tenerife, con mención especial a la labor de Tote, el cual hasta se permitió el lujo de hacer una jugada de esas de videoconsola, que para que te salga hay que apretar ochenta botones al mismo tiempo. Está claro, que este equipo tiene bien definidos sus pilares.
En estos cuatro próximos partidos que nos aguardan, también es verdad que me conformaría con la archifamosa media inglesa, y si podemos sumar algún punto más, mejor.
Por de pronto, la próxima semana viaje a Soria, y dado que el Hércules es capaz de lo mejor ...y de lo peor, tampoco sería de extrañar que diera un “Pajaritazo”...con los pies en el suelo, me conformo con el empate