viernes, noviembre 30, 2007

Señoritadas

Qué bien le han sentado al Hércules estos tres difíciles puntos conseguidos en Eibar para paliar la crisis de resultados que estaba aquejando al equipo, y para sofocar ese conato de crisis institucional que ya atisbaba por el horizonte, y que como primer síntoma, se ha manifestado en la que ya algunos empezábamos a denominar la “crisis de los billetes de avión”. Sirva, sin embargo, como aviso a navegantes.

Para los que no saben muy bien de qué va este tema, diré que más o menos en lo que consistía era en que el club les pagaba el viaje en autobús a Eibar, mientras que los jugadores, señoritos ellos, querían ir en avión y que lo pagara el club. En eso, que a parte de la plantilla se le removió la conciencia sin contar con la otra parte, y propuso al club que si perdían pagaban ellos; y si ganaban pagaba el club. Total, que se avecinaba mosqueo entre la propia plantilla; y entre la plantilla y el club de haber perdido...o algo así, porque tampoco a mí me ha dado tiempo de enterarme del todo... pero bueno, en resumen, menos mal que hemos ganado, y ojo a futuras señoritadas. Pero no culparé de ello sólo a los jugadores, porque es cierto que el Hércules tiene una política un tanto desconcertante a la hora de manejar los dineros, combinando impagos a los empleados; con proyectos faraónicos de remodelación (los puristas me dirá que el dueño del estadio es Aligestión pero, caramba, tanto monta, monta tanto...), otro tanto pasaría con los sueldos de esos nombres que conforman la plantilla, y es que aún pasados de vueltas como se dice vulgarmente, no creo en que hayan venido a jugar al Hércules por cuatro duros; así que con tanta incoherencia, lo de los billetes de avión era cuestión de pedir a ver si caía la breva.

El próximo sábado por la tele, otro ilustre descendido visita el Rico Pérez, partido que puede servir para confirmar la mejoría, o para devolvernos a nuestro estado habitual de desconcierto