martes, octubre 16, 2007

Locura en la Liga BBVA

Esta categoría es tan igualada como controvertida. Como en años anteriores, los resultados de ahora no anticipan nada del futuro pero van dejando cuerpos a su paso. De una tacada, los banquillos de Celta y Cádiz quedaron vacíos y los cambios fueron como el sol y la luna: del histriónico Stoichkov a un muy tranquilo López Caro; del hundido García Remón al que, en su día, fue el jovial Antonio Calderón. Dos cambios en una semana mientras que otro técnico lleva varias semanas en la picota: el ex técnico herculano Quique Hernández mantiene a su equipo en el puesto de colista y parece que la situación extradeportiva del equipo manchego debe ser más engorrosa de lo que se pensaba para que no se haya producido un cese cantado. Por arriba, la locura empieza por el propio Málaga; el equipo malacitano había tenido una pésima temporada en la edición anterior pero su transformación es mayor. No jugó bien el equipo de Muñiz ante el Elche, lo mismo que el Hércules en Vitoria. Luego nos encontramos con varios equipos sorprendentes por su clasificación: algunos se lo merecen por el buen juego y atrevimiento (Numancia), otros por su efectividad ante puerta(Sporting de Gijón) o por ser un “equipo”(Racing de Ferrol). Aún faltan 34 jornadas. Muchos equipos están arriba por méritos, otros lo están para sacar los puntos para conseguir la salvación cuanto antes. Partidos alocados en los que el colegiado, a veces, participan para satisfacer su ego a la hora de complicarse los partidos. Ejemplo de ello fue el colegiado del Hércules-Sporting o el de esta semana cuando Pino Zamorano, por enésima vez quiso ser protagonista en el Xerez-Nàstic.

Para el Hércules también ha sido alocada esta Liga BBVA. Se ha pasado de la euforia a la depresión inicial. Aunque en Alicante suele ser habitual los estados de humor de una semana para otra, esta temporada ha incluido ingredientes tan sustanciales como cierta endeblez defensiva(tiene gracia que ocurra con un ex central como entrenador) que recuerda de aquellos tiempos de Álvaro Pérez cuando recibíamos goles con excesiva facilidad; se añaden además a este “manjar” las decisiones arbitrales, las dudas en la portería, etc. Es cierto que en este artículo, en este blog se puede hablar de una cosa y de la contraria. Por norma general, si el equipo juega bien pero el árbitro “decide” en el peor sentido, critico ese hecho; si el equipo, como en Vitoria, no juega bien, no me gusta tanto criticar al colegiado más de lo que se merecen. Por ello, el penalti pitado ante el Xerez fastidió porque la victoria era merecida(eso sí, más por la primera parte que por la segunda); si luego un manotazo de un jugador visitante supone el 1-2, el enfado es porque el equipo se merecía el empate ante el equipo soriano y con posibilidades de ganar. La locura llegó en la jornada anterior cuando un agarrón del portero gijonés no fue castigado con penalti a pesar de que el mismísimo Preciado lo reconoció, aparte de los goles anulados. Las próximas jornadas mantendrán el sentido anormal por el que transcurre una competición en la que Celta, Nàstic y Real Sociedad no consiguen arrancar, que el Málaga ha arrancado fuerte pero no sabemos si para ellos servirá aquel refrán de “salida de caballo andaluz, parada de burro manchego”; por desgracia, para el Hércules se ha hecho realidad este refrán pero aún hay dichos que nos motiven para soñar con volver a disfrutar con el regreso del mejor Hércules.

Apunte También hay líneas para la Fórmula 1. Una carrera, la del domingo próximo, que se espera que interese no sólo a los aficionados a las carreras automovilísticas, sino también a las que no. Sólo por ver lo que acontecerá entre Hamilton y Alonso, la gente se agolpará ante la televisión con los dedos cruzados para que el asturiano gane el Mundial de F-1.