domingo, julio 08, 2007

Mono de fútbol



Tres semanas han pasado desde aquel último encuentro ante el Elche en el Rico Pérez, quince días desde el final de la temporada para aquellos aficionados que quisieron esperar hasta la última jornada de ascensos a las diferentes categorías. A lo lejos queda el 26 de agosto y algo menos para el fútbol de verano. Entre medias, queda el fútbol enlatado de esos que se ven en diferentes medios para recordar algunos de los acontecimientos del pasado. A veces, el motivo para el mono es el final de temporada anterior. Por norma general, suelen ser bastantes las aficiones que anhelan el inicio de la nueva temporada pero las motivaciones son diferentes para cada una de ellas: ganas de ver jugar en la nueva categoría si han subido; si continúa la buena racha en el caso de los que acabaron bien la temporada e, incluso, revancha en los aficionados que vieron como su equipo descendía. Por el contrario, los que se salvaron por la campana suelen ser más ávidos de descansar después de tantos nervios. En el caso del Hércules, el mal fin de temporada, unido a algunos fichajes que han ilusionado, sí genera interés en que se inicie la temporada sólo por confirmar si la ilusión es lógica o no.

El fútbol en verano tiene la ventaja de que sus “rituales” lo acompañan de principio a fin, de junio a finales de agosto, si bien se necesita del propio juego para que haya más animación. Por ejemplo, entre los rituales, se observa la tradicional lista de bajas que presenta el director deportivo antes de llegar el 30 de junio; otro aspecto son los fichajes que, ya de por sí, llevan su propia parafernalia de rumores, confirmaciones y, finalmente, presentación. A mediados de julio llega el capítulo del calendario cuando se conoce la primera jornada, la evolución de la competición de principio a fin. No todo es supuesta felicidad por los fichajes, también llegará el sufrimiento de unas pocas aficiones a la hora de llegar el 31 de Julio y esa amenaza de la AFE en forma de descenso administrativo. Entre medias, está el difícil trago de pasar por la sede del club y “pasar por taquilla” a recoger el abono aunque el tema, de por sí, potencia más las ganas de que llegue el primer partido en casa. La pretemporada sirve para irse haciendo a la idea de cómo será el equipo en cuestión. Los partidos o bolos veraniegos servirán para calmar el mono de competición y un modo muy eficaz para que el tiempo corra camino de la primera jornada. En función de cómo sea un aficionado, se va desde la calma y cargar pilas hasta una búsqueda de noticias y revistas para saciar el hambre de balón hasta que comience la temporada-por ejemplo, la guía que saca Don Balón en estos días como resumen de la temporada pasada, las respectivas publicaciones a finales de agosto con los fichajes- y, por medio, el visionado de altas y bajas mientras se siguen los tradicionales culebrones, no televisivos, sino de los fichajes. Toda una serie de trámites que, dentro de lo que cabe, hacen algo más amenas las semanas hasta el comienzo de la 2007/08.

Apunte Dos noticias alteraron el día de ayer: la marcha inmediata de Kike Sanz en dirección al Real Madrid Castilla y la contratación de Blas Bernal como director general. El que fue candidato socialista a la alcaldía en 2003 y portavoz hasta que se le dejó fuera del PSOE llega al Hércules tras haber estado en el consejo de administración del Lucentum.