martes, abril 03, 2007

Vaivén

Un segundo, un minuto, un período... un partido. Cualquier momento basta para cambiar la valoración sobre un jugador, un entrenador o un presidente. Es un hecho que no sólo ocurre en Alicante sino en muchos sitios, dentro o fuera de las fronteras. Basta que un jugador marque un gol o lo falle para que el respetable reaccione de forma positiva(aplausos) o crítica. Un jugador se pasa del elogio al silbido con la misma facilidad que de la pitada al aplauso. La primera persona, que yo recuerde, que le pasaba eso era el delantero Paco Luna. El delantero centro fallaba ocasiones fáciles y marcaba, a veces, goles difíciles de ver- una especie de Julio Salinas- y rara era la vez que no creaba dudas entre los aficionados. Un día que resume esa relación de amor - odio fue un encuentro entre el Hércules y el Oliva: el delantero no acertaba a materializar las ocasiones y los murmullos aparecían en la grada a la que asistía. En menos de cinco minutos borró todo recuerdo de crítica gracias a dos tantos de los suyos- dos remates de cabeza a la salida de sendos saques de esquina-, muy trastabillados; por último, en la segunda parte logró su hat-trick particular de espléndida volea en el interior del área. Su remates eran, en algunas ocasiones, desgarbados y eso creaba un poco de dudas.

Las opiniones, salvo raras excepciones, han sido muy variables respecto a bastantes jugadores, entrenadores o presidentes. Ora aplaudido, ora criticado. Aniceto Benito fue objeto de aplausos durante los cuatro años iniciales; posteriormente fue objeto de duras, terribles críticas durante su último período. Vaivén como el que sufrió un entrenador como Mandià y que varió desde el aplauso hasta ser llamado "cabezón"(los entrenadores que logran algo positivo y luego son criticados desde la grada a poco que las cosas no vayan bien). En el caso del futbolista, se observan diferentes actitudes en la opinión del aficionado. Si bien es el propio futbolista el que debe generar una imagen positiva, su trayectoria deportiva es la que determina buena parte de la imagen y la otra parte es la actitud mostrada durante la semana, durante los años que llevan en la entidad(en parte es ésta la que hace que el vaivén de opiniones sobre ese jugador sea más o menos acentuada). Hay jugadores que logran unanimidad (Aragoneses, Sergio Fernández o Moisés) y eso les permite superar cuando las cosas no van bien; por otra parte, hay jugadores que logran que las opiniones que versan sobre ellos son bastante variables. Por ejemplo, Kike Mateo se ha llevado merecidamente bastantes críticas pero veremos si la gente no acaba pidiendo la renovación( otra cosa será si es petición tardía o no) si coge la buena racha. Hace tres semanas, el mismo Josu Uribe tenía, para la siguiente temporada, los dos pies fuera del club; siete puntos después, comienza la gente a preguntarse si sería interesante renovarle. Un vaivén muy conocido que se resume en estados de ánimo que van desde la depresión por lo cercano que está el deseo hasta la ilusión de alcanzar el cuarto puesto y que está a cuatro puntos y con el rival obligado a pasar aún por el Rico Pérez. El fútbol como espectáculo de masas lleva implícito las variaciones en las opiniones de los asistentes, más bien por el modo de alcanzar el resultado que por el guarismo en sí.

Apunte La victoria del Hércules Juvenil A ante el Cartagena salvó, por el momento, los muebles de un posible descenso a la Liga Nacional. No ha terminado de salvarse aún pues debe ganar y esperar que el Castellón realice lo mismo con el Guadalajara. Con la victoria del domingo se ha ganado el derecho a soñar con la salvación una semana más.