sábado, abril 01, 2006

Un resultado que era de esperar

Ocho empates en casa desde que empezó la temporada, a pesar de los dos triunfos últimos, era una losa que tenía que seguir engrosándose cada vez más. El Hércules también pescó un punto en El Molinón, muy justo por el juego desplegado por ambos equipos, pero que sabe a poco ante la perspectiva de lo que hubiera podido ser la primera victoria a domicilio de este año 2006, nada pródigo en goles herculanos fuera del feudo alicantino. Además, los resultados de este sábado, todos favorables, hubieran dado mayor oxígeno al equipo herculano en caso de haber ganado en el estadio gijonense aunque el empate permite alejarse un punto más de sus rivales derrotados en el día de hoy y con la mirada puesta en El Ferrol, en ese duelo con un Málaga B con el pensamiento en 2ªB, que podría mantener los tres puntos de diferencia a falta del partido ante el Xerez, el próximo miércoles a las nueve, con los cuarenta puntos en el punto de mira y un buen salto en la clasificación.

El partido como tal apenas tuvo juego y sí mucha imprecisión por ambos bandos. El gol del Hércules hizo que los asturianos intentaran el empate sin mucha cabeza. El peligro hasta el descanso sólo venía de jugadas a balón parado que Sergio Sánchez resolvía con más o menos seguridad pero sin aquellos errores que, en su día, tan justamente le hicieron merecedor de la suplencia. El Hércules no tuvo ocasión de rematar el partido ya que el primer cuarto de hora de la segunda parte siguió con los mismos parámetros que en la primera parte: el Sporting sólo marcaría de jugada a balón parado o, en este caso, por una genialidad de un jugador pero el conjunto blanquirrojo, como tal, no existía; por el contrario, el Hércules se echó para atrás y no conectaba con Miguel, Mateo o Toché para algún contraataque. Incomprensiblemente, el equipo local dejó de seguir con la misma línea al mismo tiempo que el Hércules se estiraba en la búsqueda de un segundo gol que no llegó. La última media hora de juego no resolvió nada más. El equipo alicantino quiso tener algo más de posesión pero sin mucha profundidad, aunque estuvo en un tris Mateo de hacer el segundo gol en la única jugada de triangulación de verdadero mérito. Hasta el final poco más que decir, una expulsión justa de Dorado al repeler una falta con un puñetazo a Kiko Ratón, debutante con mucha voluntariedad y evidente poco ritmo. Definitivamente, el empate fue justo y el Hércules sigue con su problema para hacer goles fuera del Rico Pérez.

Apunte La conexión entre Juanmi y Mateo sigue siendo algo digno de destacar. En el partido jugado en el Rico Pérez, el murciano centraba y el defensa sportinguista marcaba en propia puerta;hoy, un pase de Redondo fue "prolongado" por Juanmi hasta el segundo palo donde apareció Mateo para hacer el gol herculano.