domingo, octubre 02, 2005

Envidia sana

Decían en algún sitio de internet o por la radio que la envidia nunca puede ser sana sino que esconde algo en esa palabra "sana" que no queda muy clara. Yo creo que sí puede haber envidia sana y la vivía anteayer al ver como se presentaba la ciudad deportiva del Madrid, un recinto interesante donde cada uno de las secciones era un motivo para coger información para futuras instalaciones deportivas. Desde el pequeño campo para el filial y categorías inferiores hasta el resto de terrenos para entrenamiento sin contar la joya de la corona: los vestuarios y salas anexas. Envidia de no ver un sitio así para entrenar de forma digna y no tener que ir cada semana a Campoamor y, sobre todo, no disponer de ese campo para el resto del fútbol-base que también ha de pasar por el tema de los turnos. Quizás el Real Madrid sea un ejemplo excesivo pero existen en España otros tantos terrenos en los que sería bueno ir conociendo sus detalles. Paterna, Sant Adrià de Besós, Lezama, Villarreal o Majadahonda. Cualquiera opción es posible salvo la de quedarse sin uno de los patrimonios.

El tema de la ciudad deportiva ha sido el lastre de siempre del equipo. En la última década hemos asistido a varios episodios de cómo se iba creando y esfumando el sueño de disponer de unos campos donde entrenar tanto el primer equipo como el resto de equipos blanquiazules; quizás el primer susto fue aquel brutal desgaste del césped durante la temporada 94/95 y, desde entonces, han sido varias las ocasiones en las que se veía posible este sueño, más desde que se vendió el estadio, siendo con la muerte de Peris cuando más sonó este asunto. La llegada de Ortiz ha sido un continuo desmentido de la realidad a las intenciones del constructor alicantino. La última vez que sonó ese sueño fue hace dos años cuando el ayuntamiento de San Juan propuso un alquiler de unos terrenos para que el equipo pudiese entrenar pero al final se desestimó mientras los diarios comentaban que, tanto Ortiz y un consejero se habían desplazado en varias ciudades deportivas para ir cogiendo información. El reciente período de suspensión de pagos naufragó todo anhelo de disponer de la ciudad deportiva pero ahora vuelve a resurgir esa intención con la (posible) llegada de Roig y a la espera de la resolución del Plan Rabasa. Cuando se ponga la primera piedra de la ciudad deportiva esa envidia desaparecerá para alojar una sensación de tranquilidad por el logro conseguido. Mientras tanto, habrá que esperar observando como otros equipos van construyendo sus recintos deportivos.


Apunte Por cierto, resulta que en Brasil han detenido a un árbitro por una cuestión de apuestas deportivas. Con ello no quiero extender un manto de sospecha a los arbitrajes españoles pero hay que reconocer que, a veces, los colegiados toman decisiones asombrosas.