domingo, septiembre 12, 2004

Sobre el fútbol en Alicante(y III): La sociedad alicantina


Con este artículo termino la serie tratando de reflexionar sobre la sociedad alicantina, aficionados potenciales, cuyos motivos para no ir al Rico Pérez son más complejos que los del abonado que no se abona en un momento preciso. Desde el punto de vista herculano, el club ha sido muy frío en determinados momentos con la sociedad, especialmente, en momentos en que el club iba bien, en la División de Honor. En los últimos años, se ha notado que no ha habido "feeling" entre la sociedad y el club ya que, desde altas instancias de la directiva herculana, no se ha abierto a la sociedad: no se han hecho campañas de fidelización como las que observamos en la actualidad con el Atlético de Madrid, escasa presencia herculana en momentos de importancia social de la ciudad, es decir, no ofrece para recibir, independientemente de un puntual éxito en abonados. Como todo, la entidad no ha querido hacer club y eso toca en todas los aspectos: infraestructuras deportivas, planificación deportiva coherente y trato exquisito a los abonados, pero también , una atención a la ciudadanía .
Un porcentaje minúsculo de alicantinos acude, en la actualidad, al Rico Pérez lo que obliga a reflexionar sobre la razón de tan reducida presencia pero que no debería llevar a los dirigentes a decidir de forma errónea: en Alicante hay afición de sobras para los dos equipos y sólo hay que buscarlos con ganas. Uno de los principales errores que han cometido los dirigentes de los clubes ha sido una tendencia, ahora reducida a la mínima expresión, de realizar "puertas abiertas" y que ha originado una especie de aficionado que observa que puede ahorrarse unos dineros y poder ver fútbol cuando le plazca, sin pasar por taquilla. Hace tres años, el Hércules -Alicante fue de puertas abiertas y hubo una asistencia de 20.000 espectadores pero, si hubieran pasado por taquilla, la afluencia sería de 8-9 mil, es decir, más de diez mil personas no habrían retirado la entrada si hubieran tenido que pagar por ella. El Alicante lo utiliza más a menudo pero no se da cuenta de que ,por mucho que se den golpes de pecho por los diez mil o los catorce mil de Getafe, esa no es la afición del Alicante y lo mismo diría de los catorce mil del día del Conquense- cuatro invitaciones por abono- cuando el Hércules se acercaba a la promoción o los 16.000 del día del Terrassa en ese primer año de Ortiz. Lo que era apoyo puntual en un partido determinado se ha pasado a ser un boomerang para los clubes de la ciudad. También es cierto que hay muchos más motivos: seis años fuera del teórico fútbol profesional- ocho desde la élite-, malas temporadas, mucha televisión que les permite ver partidos desde el sillón antes que pasar por el Rico Pérez,etc.
Sin embargo, una pega a esa afición ausente: su elitismo. Alicante no apoya cuando el equipo lo necesita y recurro a ese deporte que dicen, el primero de Alicante: el baloncesto y el Lucentum. El primer año de ACB llevó en muchos partidos a 5.000 personas al Centro de Tecnificación pero el equipo bajó a LEB y la asistencia se redujo casi drásticamente ¿alguien se acuerda del pacto de Luis Castillo y Carratalá(¿o era Ortiz?) para que los abonados de ambos equipos entrasen gratis a partidos del otro equipo?. Ahora, la gente va en "riada" al Centro de Tecnificación pero sólo lo hace en ACB y deja de apoyar si se desciende de categoría. Lo mismo para el balonmano, cuando el Tecnisan dio lugar al Helados Alacant y la afición no era la misma, el fútbol cuando el Hércules estaba en 1ª. El objetivo que debe buscar la directiva es motivar a esa gente que sólo se abona en 1ª para pedirles el apoyo perdido : sin ellos, el equipo no puede aspirar más que seguir en donde está y, para eso, la directiva debe ponerse manos a la obra.